El último domingo por la noche, el joven Brandon Ortigoza salió a la casa de su novia. Y nunca volvió. Sus familiares pidieron por él en las redes sociales durante varias horas, hasta que la justicia identificó su cuerpo: había aparecido en el barrio Tío Rolo con un mensaje que nombraba a uno de los líderes de Los Monos.
Sus allegados denuncian que Ortigoza no tenía nada que ver con las bandas criminales y que el suyo es un caso similar al de Lorenzo “Jimi” Altamirano, el músico asesinado hace unos 15 días frente al estadio de Newell’s. Según contaron sus familiares, Brandon trabajaba como bachero de un restaurante céntrico.
El papel con mensaje mafioso que apareció junto a su cuerpo, decía: “Nico Camino, dejá de matar gente inocente”, en referencia a Pablo Nicolás Camino, condenado y preso en una cárcel federal. Para los familiares de Ortigoza, que vivía en barrio San Francisquito, el joven de 18 años fue utilizado “como sobre”. La misma sospecha que pesa sobre la muerte de “Jimi”. Ambos casos están siendo investigados por el MPA.
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