Las Kiki son fiestas de estilo boliche. Su objetivo es escapar a la infantilización de las personas con discapacidad, buscando evitar que sean tratados como niños. La propuesta incluye música, shows y un equipo multidisciplinario de contención presente ante cualquier problema.
Según familiares, sienten tranquilidad al saber que todos los asistentes cuentan con su propio lugar y espacio, donde pueden bailar, disfrutar con amigos y conocer gente. Si bien nacieron cuando su fundadora, Tamara Garzón, creó una escuela de teatro musical para personas con discapacidad, se potenciarion en pandemia y en la actualidad continúan organizandose una vez por mes, los sábados, reinvindicando el derecho al disfrute.
Según el medio TN, fue en cuarentena que descubrieron su potencial cuando padres comentaban que sus hijos “querían bailar”, y a medida que se iban uniendo a las reuniones de Zoom comenzaba a armarse una especie de boliche en casa. Con la habilitación de la reapertura de lugares de ocio después de la pandemia, se buscó un lugar para realizar la reunión presencialmente.
Frente al gran avance en materia de inclusión, el ocio no debe quedar por fuera. La creación de espacios seguros y adaptados a sus necesidades es fundamental. En las Kiki un equipo está presente constantemente en la fiesta para atender y contener situaciones que podrían surgir, por ejemplo, en relación a la movilidad.
Comentarios