El periodista de Grupo Boing continúa con su recorrida por Uganda, uno de los países más pobres del mundo, Gabriel Pennise continúa con su peregrinación por los parques nacionales emplazados en la selva africana y emprenderá este sábado en búsqueda de los gorilas de montaña, el pico de exaltación del viaje.
“Hoy estuvimos todo el día viajando, siete u ocho horas, todo ripio, entre montañas pero ya estamos preparados, estamos a 2000 metros. Es un lugar increíble, no se escucha nada, el silencio”, comentó en Todo Pasa Turno Tarde.
Por su parte sostuvo que estar en la zona donde está es como ‘meterse en un documental’. Mientras que reveló que en una de las excursiones le salvó la vida a un pequeño mono. “En un árbol estaban dos monitos y en el otro, enfrente, se encontraba un águila africana, que es un poco mas chica que las águilas comunes y que se alimentan de los estos monitos. Cuando paramos con la 4×4 estábamos a 20 metros de distancia y el águila se fue al mirarnos, fue así como le salvamos la vida a estos animalitos”.
Según lo que contó, este tipo de aves agarran a los primates, los elevan a unos 20 metros y luego los sueltan para que pierdan la vida con el golpe contra el piso, luego los recogen en el suelo y se los comen. “Le arruinamos la comida al águila pero le salvamos la vida al monito”, se sinceró.
Por otro lado reveló que los hipopótamos no ya les causan miedo aún así sabiendo de que son peligrosos: “El guía siempre nos avisa que a pesar de que esté en silencio, nos pueden atacar en cualquier momento”. Además, contó que al único depredador que le tiene miedo el hipopótamo es al humano.
“El camino es casi todo, lo increíble es como están distribuidas las personas en el país. En la capital solo hay un millón de personas y luego están repartidos todos en las aldeas. Son todos muy amistosos”, comentó.
En este contexto, sostuvo que los menores corren para saludarlos: “Nos recomiendan no darles nada porque sino, el chiquito no va a ir a la escuela al día siguiente porque nos van a esperar para que le demos algo de nuevo. Cuando te alejas a los pueblos, a las comunidades te encontrás con un panorama de mucha pobreza pero no desesperación”.
Los precios
Sobre los precios, Pennise comentó que están casi como en Rosario. Unas galletitas rellenas te salen un dólar. “Las frutas no las quise comer por miedo. Acá lo vas perdiendo pero cuando salís te llenan de cosas que no podes consumir y por las dudas no las quiero probar”.
Camisetas de fútbol
“Estoy desesperado por comprar una camiseta de algún equipo de acá pero es imposible. En todos los comercios están los clubes grandes de Europa, Barcelona, Liverpool, en todos lados”.
La comunidad
Sobre la gente de Uganda, Gabriel sostuvo que viven todos muy alegres y felices: “Caminas 200 metros y hay un grupo de 4 o 5 bailando las danzas tradicionales de ellos, algunas con tambores, cajones pero se divierten muchísimo, el baile debe ser la expresión cultural más grande que tiene Uganda”.
Mientras que aclaró que en el país no le falta comida a nadie. Que el que no quiere trabajar, no lo hace, pero que un plato no le va a faltar.
La reivindicación del viaje:
“La reivindicación es para el Nokia 1100, en el medio de la selva es el único celular que funciona. Ninguno de móviles de los grandes, de las marcas importantes, ahí no funciona ninguno. El Nokia 1100 el compañero ideal, tenés señal en todos lados”, cerró entre risas.
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