Un 25 de febrero de 1943 nació en la ciudad inglesa de Liverpool uno de los músicos más reconocidos de la historia. Bajo las incesantes bombas que arrasaron con todo en la Segunda Guerra Mundial, el planeta estaría a punto de conocer a George Harrison, quien años después fue reconocido como el “beatle silencioso”.
Con una infancia marcada por la situación económica dejada por el conflicto bélico, ya desde pequeño se interesó en la música, en especial con la guitarra. A los 11 años compartió escuela con Paul McCartney en Liverpool Institute for Boys y fue esa misma amistad lo que lo llevó a que cuatro años después tuviera la posibilidad de sumarse a la banda que luego sería la más popular.
Ya con la fama de ser parte fundamental de los Beatles, Harrison se inclinó por la meditación, sobre todo con bases hindúes, y entabló una extensa relación con Ravi Shankar. “Me hace sentir mejor. Cada vez me siento más feliz. Siento que no tengo límites y que puedo controlar mejor mi cuerpo”, dijo.
No obstante, su vida como la de muchos otros artistas que conocen la fama, estuvo marcada por los excesos. Su ex mujer, en alguna entrevista brindada hace años, destacó: “Podía ser espiritual y limpio y meditar por horas. Pero si los placeres de la carne se hacían irresistibles, dejaba de meditar, aspiraba cocaína, se divertía, coqueteaba con mujeres y se iba de juerga”.
Finalmente, el 29 de noviembre de 2001 murió en una casa que tenía Paul McCartney en Los Ángeles producto de un tumor de pulmón que le hizo metástasis en el cerebro.
Martín Arribillaga, CEO de Grupo Boing y uno de los mayores conocedores de los Beatles, hizo un pequeño recorrido sobre la vida del artista que se convirtió en una estrella mundial para la posteridad. “Cuando comenzó era como el hermano menor de ellos por ser el más chico y discreto. Sin embargo, tenía un maravilloso sentido del humor y cuando hablaba hacía reír a todos con sus ocurrencias, incluyendo a la prensa”, apuntó.
“Harrison se hace amigo de Paul porque iban a la misma escuela pública en Liverpool, pero George era más chico. Se encontraban siempre en el transporte público y juntos compartían discos y hablaban de música. McCartney es el que lo lleva con John Lennon para que lo conozca y lo aceptan enseguida, porque era el único que podía tocar una canción entera con la guitarra”, contó sobre su desembarco en lo que luego serían los Beatles.
Así como sus encantos lo llevaron a formar parte de la banda, también fue uno de los primeros en alejarse. “En 1966 decidió suspender las giras en vivo, odiaba ser asediado por el público. En India sufrió un episodio a fines de la década del 60 cuando lo reconocieron en la calle totalmente drogado y casi muere en manos de los fanáticos”, aclaró.
“No es que predijo la separación de la banda como suele decirse, si no que antes de que esto sucediera él se alejó por un tiempo aunque después de unos meses se arrepintió y volvió. A partir de lo que había pasado en India comenzó a dejar las drogas y a querer alejarse de las muchedumbres”, agregó al respecto.
“Básicamente se alejó de la exposición y se volvió místico. Tuvo algunas apariciones puntuales y abrazó la cultura hindú a través de la meditación trascendental con el Gurú Maharishi Mahesh Yogi y estudió sitar con Ravi Shankar”, añadió.
Con respecto a las cualidades que lo llevaron a George Harrison a ser uno de los mejores de la historia, Arribillaga cerró: “Lo mejor que tenía musicalmente se veía con la guitarra y después con el sitar, aunque fue multi instrumentista y cantante. Su talento se destacó temprano, por los originales solos de guitarra que hizo en los primeros discos de los Beatles”.
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