La policía de Perú realizó un descubrimiento sorprendente al registrar a un repartidor que llamó su atención por actuar en estado de embriaguez en un antiguo yacimiento arqueológico de Puno.
Dentro de su bolsa llevaba una momia prehispánica de hace unos 600 años. El hombre fue detenido de forma inmediata y manifestó que era una especie de “novia espiritual”. Había metido los restos en la bolsa para enseñárselos a sus amigos.
Explicó que guardaba a “Juanita“, como había apodado a la momia, en una caja en su habitación, junto al televisor. Añadió que era propiedad de su padre, sin especificar cómo había llegado a sus manos.
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