Las suscripciones pagas llegan a Instagram, igual que ocurre en otras plataformas digitales como Twitch y más recientemente Twitter. La red social propiedad de Meta (la nueva identidad de Facebook) comienza a probar la modalidad entre un grupo selecto de usuarios.
Al abonar una tarifa mensual se consigue acceso a funciones y contenido exclusivos; mientras que los más influyentes consiguen ingresos derivados de sus publicaciones. Esto quiere decir que Instagram seguirá siendo un servicio gratuito, aunque añade un plan de suscripciones que abre la puerta a elementos inaccesibles para los que no pagan. Por ejemplo, Stories y transmisiones en vivo exclusivas de determinados instagrammers.
Según explicaron los responsables de la plataforma en un comunicado, los suscriptores tendrán una insignia de color morado junto a su nombre de usuario, que mostrará ese estado a los creadores.
En la prueba inicial participan diez creadores, que no son precisamente personalidades a nivel mundial. Entre ellos aparecen la gimnasta estadounidense Jordan Chiles (tiene 431.000 seguidores en Instagram), la jugadora de básquet Sedona Prince (251.000) y la astróloga Aliza Kelly (83.000).
El director ejecutivo de Instagram, Adam Mosseri, dijo en un video que las suscripciones son “una de las mejores maneras” para que los influencers y los creadores tengan ingresos derivados de su actividad en la red social. Los valores oscilarán entre los 0.99 y los 99.99 dólares al mes. En este punto cabe señalar que los creadores seleccionarán el precio para sus suscriptores.
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