Gran Hermano vivió su primera Gala de Eliminación en la presente edición, que terminó con la expulsión de la casa con el rosarino Tomás Holder. Además de conocerse el nombre de la primera persona en quedar afuera, los participantes recibieron otra pésima noticia y tiene que ver con el presupuesto que tendrán para hacer las compras.
El dinero para los alimentos y elementos básicos para el hogar dependía de una prueba semanal a la que fueron sometidos los “hermanitos”. De acuerdo a lo estipulado por la producción, el juego constaba en mantener a flote un barco de madera dentro de un tubo de plástico lleno de agua.
Para eso fueron divididos en parejas de dos personas, que debían turnarse para estar las 24 horas de un día manteniendo el nivel del agua en los niveles aceptados. Además, tampoco podían irse del lugar mientras estaban de guardia y no podían tocar el bote con las manos para intentar acomodarlo.

Este domingo durante la gala, Gran Hermano les comunicó a los participantes que no habían superado la primera prueba de esta edición al contabilizarse tres faltas. De inmediato comenzó la preocupación entre quienes quedaron en la casa ya que deberán acotar la compra de alimentos a la mitad para poder subsistir.

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