
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) oficializó hace unos instantes que la región perdió su certificación de eliminación del sarampión gracias a que Canadá no logró detener la circulación de la cepa viral en un año. “Como resultado, las Américas, que fue la primera región del mundo en eliminar el sarampión en dos ocasiones, ha perdido nuevamente su estatus de libre de sarampión” declaró la OPS en su comunicado.
Según afirmó el Director de la OPS, Jarbas Barbosa, la pérdida “representa un retroceso, pero también es reversible”. “Mientras el sarampión no se elimine a nivel mundial, nuestra región seguirá enfrentando el riesgo de reintroducción y propagación del virus entre las poblaciones no vacunadas o con vacunación incompleta. Sin embargo, como ya lo demostramos anteriormente, con compromiso político, cooperación regional y una vacunación sostenida, la región puede interrumpir nuevamente la transmisión y recuperar este logro colectivo” agregó Barbosa en el comunicado oficial.
La situación actual que denunció la Organización dice que al 7 de noviembre de este año se notificaron 12.593 casos confirmados de sarampión en diez países, incluyendo México, Estados Unidos y Canadá, siendo estos los responsables de un 95% de los casos, lo que “supone un aumento de 30 veces en comparación con 2024. Además, se han registrado 28 defunciones: 23 en México, tres en Estados Unidos y dos en Canadá”.
En estos tres países, en Bolivia, Brasil, Paraguay y Belice hay todavía brotes activos, “la mayoría asociados a casos importados”. “La transmisión ha afectado principalmente a comunidades con baja cobertura de vacunación; el 89% de los casos corresponde a personas no vacunadas o con estado vacunal desconocido. Los niños menores de 1 año son el grupo más afectado, seguidos por los de 1 a 4 años”, declaró la OPS a través de su página web. En el caso de Canadá, el sarampión comenzó en octubre del año pasado en la provincia de New Brunswick. Desde ese momento se ha extendido a lo largo de todo el país, confirmando alrededor de 5 mil casos y aunque se declara que los casos han disminuido, la transmisión continúa en Alberta, Columbia Británica, Manitoba y Saskatchewan.
“El sarampión es altamente contagioso y una sola persona infectada puede transmitirlo a hasta 18 personas más. Puede causar complicaciones graves como neumonía, encefalitis, ceguera y la muerte. Los brotes también alteran la vida cotidiana y generan una presión adicional sobre los sistemas de salud” declaró la OPS. Ante la preocupación y la alerta, la Organización detalló que la vacunación “sigue siendo la medida más eficaz de protección”. “En los últimos 25 años, la vacuna contra el sarampión ha evitado más de seis millones de muertes en las Américas, y se estima que ha prevenido alrededor de 15 millones de muertes en los últimos 50 años” sostuvieron en su comunicado. En 2024 la cobertura regional de la segunda dosis de la vacuna contra el sarampión, la rubéola y la paperas “fue, en promedio, del 79% muy por debajo del 95% necesario para prevenir brotes” y solo el 31% de los países alcanzó una cobertura de 95% o más para la primera dosis, y únicamente el 20% logró ese nivel para la segunda dosis.
Recomendaciones de la OPS
La Organización Panamericana de la Salud sigue aportando cooperación técnica a los países para fortalecer la vigilancia, el diagnóstico de laboratorio, la respuesta a brotes y las campañas de vacunación. Se enviaron expertos a varios países, como a México, Argentina y Bolivia; y la Organización monitorea riesgos en Belice, Brasil y Paraguay.
Jarbas Barbosa detalló: “Hoy, más que lamentar la pérdida de un estatus regional, hacemos un llamado a todos los países para redoblar esfuerzos, fortalecer la vacunación, la vigilancia y la respuesta oportuna ante los casos sospechosos, llegando a todos los rincones de las Américas. Como Región, hemos eliminado el sarampión dos veces. Podemos hacerlo una tercera vez”.
Dentro de las recomendaciones que hace la OPS a los países americanos se encuentran: seguir fortaleciendo las actividades de vigilancia, inmunización y respuesta rápida a brotes ante cada caso sospechoso; ampliar y consolidar los registros electrónicos de vacunación en todos los países. También mantener una vigilancia de laboratorio sostenible mediante la asignación de recursos financieros y humanos suficientes.
Para los casos sospechosos con factores de riesgos clínicos y epidemiológicos y resultado negativo IgM para sarampión (con muestras tomadas dentro de los 0 a 3 días tras el inicio del exantema), realizar pruebas de PCR para confirmar o descartar infección. “La cooperación, la solidaridad y la ciencia son más fuertes que cualquier virus. Cuando trabajamos juntos, protegemos la salud y la vida de todas las personas en las Américas”, finalizó el Director de la OPS.
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