El senador por el departamento San Lorenzo Armando “Pipi” Traferri, acusado de lavado de dinero y líder de una banda que desarrollaba casinos ilegales en distintos puntos de la provincia, fue seleccionado por el Senado de la provincia de Santa Fe para representar a la cámara en la cumbre por seguridad convocada por el gobierno provincial.
Del encuentro encabezado por el gobernador Omar Perotti participaron la vicegobernadora Alejandra Rodenas; los secretarios de Seguridad Pública, Jorge Bortolozzi, y de Gobierno, Oscar Urruty; la jefa de la Policía, Emilce Chimenti; el presidente de la Corte Suprema de Justicia de la provincia, Rafael Gutiérrez; el procurador general de la Corte Suprema de Justicia de la provincia, Jorge Barraguirre; el fiscal general del Ministerio Público de la Acusación, Jorge Baclini; el fiscal de la Regional I, Carlos Arietti; el fiscal de la Regional II, María Eugenia Iribarren; el fiscal de la Regional III, Matías Merlo; el fiscal de la Regional IV, Rubén Martínez; y el fiscal de la Regional V, Diego Vigo.
Mientras que por la Cámara de Diputados fueron Joaquín Blanco, Juan Cruz Cándido, Ricardo Olivera, Natalia Armas Belavi y Carlos del Frade. En representación del Senado, además de Traferri, asistió Rodrigo Borla.
Traferri fue el primero en irse de la reunión, cuando la reunión iba por la mitad. Al salir, brindo declaraciones a la prensa tras estar apartado desde hace tiempo de los medios.
Sin referirse a la acusación que hicieron los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra –quienes lo señalan como la figura que armó junto a quien era jefe de los fiscales de Rosario, Patricio Serjal y Gustavo Ponce Asahad, una asociación ilícita para suministrar información judicial a los “empresarios” que promovían el juego clandestino en la provincia- , el legislador sanlorencino habló sólo sobre la reunión.
Entre las frases más desopilantes, “Pipi” Traferri dijo:
“Ésta no es la primera reunión que tenemos al respecto. Fracasó la política”.
“La gestión de Perotti prometía paz y orden, pero seguramente creían que iban a encontrarse con otra realidad.
“Perotti ha estado mal asesorado. Creo que quien le dio el diagnóstico, se lo dio equivocado”.
“Hace 12 años que venimos discutiendo esto, por lo tanto tenemos que aceptar que de alguna manera hemos fracasado”.
Apuntado por los ex fiscales Gustavo Ponce Asahad y Patricio Serjal, y el empresario del juego Leonardo Peiti, Traferri se aferra a sus fueros. Sin ir más lejos, se escondió en los mismos, y cuando el asunto quedó en manos de la Cámara alta, confió en sus comadres -que ayer lo eligieron para ir a la cúpula de seguridad- para no dar explicaciones.
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