Este jueves finalizó el juicio contra Esteban Alvarado en los Tribunales Federales de Oroño al 900. A lo largo de las audiencias se habían presentado pruebas de un envío de 439 kilos de marihuana desde Rosario a Río Negro que fue interceptado por la Policía de esa provincia en noviembre de 2017. La droga viajaba un camión Scania conducido por Roberto Peralta. El vehículo estaba a nombre de la Transportes Toia y el chofer había trabajado para Logística Santino.
El domicilio fiscal de Toia estaba en una dirección de Tierra de Sueños, la misma en la que tenía en su licencia de conducir Esteban Alvarado. Logística Santino SRL es una empresa de fletes ubicada cerca del Jockey y tiene como socia principal a Rosa Capuano, madre de los hijos de Alvarado y quien estaba con él cuando lo detuvieron en Embalse Río Tercero el 2019. Cuando los fiscales Edery y Schiappa Pietra allanaron las oficinas allanadas de Logística Santino encontraron documentación de Transportes Toia.
Hoy, con las pruebas presentadas y cuando todos los caminos parecían conducir hacia el acusado, Alvarado hizo uso de su derecho a tomar la palabra antes del cierre del juicio. Habló poco más de 7 minutos, se declaró inocente y aseguró que no tenía nada que ver con los delitos que se le adjudicaban. “No hice nada. No tengo nada que ver con el transporte de estupefacientes. Ni de General Roca, ni de ningún lado”, dijo.
Y casi en el final de su intervención, por Zoom desde la cárcel de Ezeiza, planteó a los integrantes del Tribunal: “Sé que hay mucha presión mediática y política. Me condenaron en 2012 por un tema de autos, de ahí en más me allanaron un montón de veces y no me encontraron ni un porro. Yo lo dije desde el primer día: vendo autos. La verdad es que soy inocente y espero que tomen la decisión justa, los doctores Martínez, Paulucci y usted su señoría. Imagino que no se dejarán presionar y tomarán la decisión correcta”.
Alvarado, cabe recordar, venía de ser condenado el último viernes por la justicia provincial, que consideró válida la acusación de los fiscales Edery y Schiappa Pietra, de haber instigado a fines de 2018 dos homicidios y encabezado una asociación ilícita que -entre otros delitos- atacó a balazos el Centro de Justicia Penal y el domicilio de una funcionaria que estaba investigando las redes económicas de la organización criminal. En ese marco, las palabras de Alvarado no sonaron ingenuas.
Tras escucharlo, los jueces Eugenio Martínez, Ricardo Vázquez y Otmar Paulucci habilitaron un cuarto intermedio de media hora, que finalmente duró un poco más. Y cerca del mediodía, comunicaron el veredicto: dos magistrados votaron por condenar a Alvarado y uno de ellos, Paulucci, votó por su absolución.
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