Los escalofriantes detalles de la autopsia al hombre descuartizado en Ingeniero Budge

Fernando Pérez Algaba fue brutalmente asesinado y descuartizado en un crimen que tiene claros tintes mafiosos. Después de la conmoción generada por la forma en que murió, en las últimas horas se dieron a conocer los escalofriantes resultados de la autopsia que realizaron agentes de criminalística, donde se deja ver que el hombre de 41 años sufrió una muerte “siniestra”.

De acuerdo a lo expresado por el informe realizado por expertos de la Morgue Judicial de Lomas de Zamora, “Lechuga” llevaba cerca de una semana muerto. Por lo establecido, durante ese tiempo estuvo en contacto directo con agua, lo que explica el avanzado estado de descomposición de sus extremidades como manos y pies.

Además, detallaron que Pérez Algaba recibió dos tiros: uno de ellos en la zona de la espalda -atravesó el pulmón derecho, el diafragma y el hígado-, y el otro por el mismo sector, pero destrozándole el pulmón izquierdo. Estas heridas fueron las que le provocaron la muerte producto de las hemorragias generadas.

“La muerte del masculino fue producida por mecanismo violento y a consecuencia final de un paro cardio-respiratorio traumático, siendo la causa originaria una hemorragia aguda secundaria con lesiones ocasionadas por el paso de proyectiles”, describieron los forenses en las conclusiones.

El examen además reveló que el cuerpo fue descuartizado “post mortem”, es decir, que ya no tenía signos vitales. También describieron que presentaba una herida cortante en la espalda y golpes en la cara. Ambas lesiones fueron hechas cuando ya estaba muerto.

Para seguir con su plan macabro, los asesinos metieron piernas y brazos en cuatro bolsas distintas, las cuales después escondieron en una valija de color rojo que fue encontrada por un grupo de nenes en el arroyo del Rey, en Ingeniero Budge. A la cabeza la descartaron adentro de una mochila que tenía una inscripción del municipio de Lomas de Zamora. Su torso fue hallado flotando en el agua.

Además, los detalles de la autopsia revelaron un dato aterrador: el hombre tenía la ropa puesta cuando fue descuartizado. Los restos de Pérez Algaba aún conservaban el pantalón de gimnasia que tenía puesto el día que desapareció, unas zapatillas Nike, medias y un boxer negro de la marca Calvin Clain.