Después de una serie de mediciones que se hicieron en los últimos días en Rosario, de distintas empresas y espacios políticos, el PJ avizora una competencia fructífera en la ciudad. Tras 50 años puede recuperar la capital del peronismo, como alguna vez se la conoció, y tiene candidatos con votos y nivel de conocimiento para hacerlo realidad. Los acuerdos de sus adversarios ayudan a precipitar alianzas estratégicas que se transformarán en la catapulta para volver al poder.
Esta semana hubo reuniones con los números arriba de la mesa para empezar a tomar decisiones. Se viene el Mundial, después las vacaciones y, por más que las elecciones se dilaten hasta septiembre, los espacios políticos están armando el 2023. Marcelo Lewandowski es el candidato que mejor mide en el Frente de Todos y sus allegados comenzaron a definir, junto a él, su futuro. En todas las encuestas aparece encabezando la intención de voto en Rosario, y eso lo posiciona como un temible competidor.
Hace un tiempo era impensado para él ir en busca de la intendencia. Sin embargo, la elección provincial le quedó lejos, no sólo porque Juntos por el Cambio viene a paso firme con su armado hacia un frente de frentes con serias chances de ganar, sino que, además, no cuenta con un armado en toda la bota fiel a él con el que pueda salir a competir al territorio. En ese esquema, y tras reuniones en Buenos Aires y deliberaciones, se abrió la puerta para que sea uno de los representantes del peronismo que juegue en las PASO para llegar al Palacio de los Leones.
Si define su participación en la ciudad, además, contará con el apoyo del aparato del gobernador Perotti, además de La Cámpora y el bielsismo. Ese apuntalamiento, sumado a que tiene como garantía 4 años más como senador nacional, pueden definir a Lewandowski para ir por la tercera ciudad de la Argentina. Sin embargo, la condición que él plantea es que, para jugar, quiere que haya voluntad de poder de todo el PJ y que no sea sólo un arrebato de un sector para quedar nuevamente con la ñata contra el vidrio.
Dentro de este esquema, otro nombre importante que seduce en la contienda que se puede generar para potenciar el espacio es el de Roberto Sukerman. También tiene consolidada una cantidad de votos nada despreciable y ya fue dos veces el hombre del peronismo en Rosario con buenos resultados. Esa competencia sana entre Lewandowski y el actual Jefe de Gabinete del Ministerio de Trabajo de la Nación potenciará al sello sin duda alguna, y volverá atractiva una interna que dejará bien parado al vencedor.
Sukerman viene con el aval del rossismo, pero también es una figura que logra romper el techo de 25 puntos que consigue históricamente el peronismo en cualquier elección en Rosario. Su llegada a los sectores medios, a los barrios populares y a la tercera edad, esquiva para el PJ últimamente, le dan un plus que lo transforma en un jugador que puede dar nuevamente la nota y llegar a las generales.
Por otro lado, Ciudad Futura ve con buenos ojos conformar un gran frente en oposición al armado entre Juntos por el Cambio, el socialismo y el partido CREO. Como respuesta a esa fusión, creen necesario acelerar un marco de alianzas de centro izquierda que pueda generar un contrapeso electoral en Rosario, y están dispuestos a ir a un cierre de lista con un candidato propio para aportar a la causa. Además, por qué no, con chances de vencer si logran sostener el caudal de votos que ostentan desde aquel histórico 2013.
Con la participación de Juan Monteverde o Caren Tepp en una interna grande, sumado a los dos alfiles del peronismo que más votos juntan como Lewandowski y Sukerman, parece que el peronismo tiene todas las condiciones dadas para recuperar la ciudad que supo ser su capital después de 50 años. Quedan varios meses de rosca política, pero los caminos conducen a un armado lógico, con ambición de poder y con fuertes chances de romper la mala racha de las últimas décadas.
Un eje claro para los flashes opositores provinciales
Finalmente, se concretarán acciones antes del mundial en donde los flashes estarán al pie del cañón para captar imágenes de dirigentes de Juntos por el Cambio, el socialismo y el espacio de Pablo Javkin. Este martes habrá una reunión en Santa Fe y el 18 de noviembre en Rosario para poder plantar un mojón de cara al año próximo.
El socialismo y el partido CREO venían exigiendo que para participar de los eventos se convoquen con ejes de trabajos específicos. Alguna vez se había hecho por el tema del cobro de la deuda, y luego se fueron diluyendo distintas iniciativas de volver a juntar a todos los actores anti peronistas de la provincia. Ahora nuevamente están dadas las condiciones para que se realice un encuentro, en este caso por temas de educación, en la Sala Alberdi de la Facultad de Derecho de la UNL en la ciudad de Santa Fe.
En ese marco, se hablará de las necesidades que tiene la educación hoy, seguramente se esbozarán críticas al difícil año que se tuvo en la materia en la provincia, y se pedirá una ley de Emergencia en Educación, solicitud ya efectuada por algunos dirigentes a principios de este 2022. En Rosario, por su parte, el tópico de convocatoria será el de la seguridad, en medio de la crisis que vive la región en esa materia.
El radicalismo a nivel nacional tuvo un acto de unidad por los 39 años de democracia en el que mostró a todos sus dirigentes nacionales arriba del escenario. Allí se lanzó Martín Lousteau como candidato a jefe de gobierno porteño, pero es anecdótico para el análisis. Esa muestra de unidad de la UCR federal tuvo la participación de Pullaro, Losada y Barletta, hoy tres sectores separados dentro de la provincia, y le da un marco previo a este cónclave del 1° de noviembre.
El frente de frentes, o la gran paso opositora, intenta generar acciones de mantenimiento, mostrarse en diálogo abierto y marcar un rumbo a dirigentes aún poco convencidos de la idea de unificar los espacios, a la espera de las definiciones de los plazos electorales y antes de la llegada de un receso que será largo para todos.
Comentarios