
Este domingo en horas del mediodía las alarmas se encendieron en el aeropuerto de Ezeiza. Un hombre de 29 años arribó desde Miami, Estados Unidos, y al pasar por la cámara infrarroja se detectó que tenía fiebre. Su PCR realizado en norteamérica era negativo, pero los investigadores sospechan que lo falsificó y embarcó con síntomas, haciendo correr graves riesgos a los demás pasajeros.
El acusado es licenciado en Comercio Exterior y dueño de una marca que se decida a servicios de hidrolavados de casas y edificios. Las autoridades sospechan que el joven consiguió un certificado apócrifo en Estados Unidos. Con eso, pudo abordar el vuelo de American Airlines AA921 que llegó, a las 10.20, desde Estados Unidos. En el avión viajaban 259 personas y 12 tripulantes.
El muchacho en cuestión fue identificado como Santiago Solans Portillo. Según indicaron fuentes del caso, el pasajero subió al avión con un certificado que había expedido un profesional de “Doctor Now”, en el cual expresaba que no tenía Covid.

Sin embargo, en su teléfono tenía un examen anterior. El mismo pertenecía al Centro Médico Nomi Healt de Florida que se había hecho el 30 de abril y en donde se aseguraba que el joven era positivo. En estos momentos, el acusado cumple con el aislamiento en un hotel.
Florencia Carignano, Directora Nacional de Migraciones, explicó en diálogo con Radio 10: “Para subir al avión hay que llenar una declaración jurada online y adjuntar un PCR negativo, y la aerolínea debe pedírselo antes de embarcar. Algo que acá no pasó. El pasajero presentó un certificado médico que decía que no tenía síntomas compatibles con el COVID”.
“La aerolínea que perimió esto fue American Airlines y vamos a sancionarla seguramente. Tienen la competencia de solicitarle a la persona el PCR que no puede tener más de 72 horas y acá no se lo pidieron. En Ezeiza, cuando bajó, pasó por las cámaras térmicas y se detectó que tenía 38 grados de fiebre”, añadió la funcionaria.

“Él contó que el sábado recibió un PCR positivo en Miami, donde se había ido a vacunar, y creía que por eso tenía COVID. Entonces fue al médico y le hizo ese certificado donde decía que no tenía síntomas. Le explicamos que falseó la declaración jurada, que es un delito, y que está prohibido subir a un avión con la enfermedad”, destacó Carignano. En estos momentos, el acusado se encuentra cumpliendo con el aislamiento correspondiente en un hotel de la capital federal.
Paralelamente avanza la investigación en su contra, donde podría ser condenado de 3 a 15 años de prisión por violar el artículo 202 del Código Penal que establece que “será reprimido el que propagare una enfermedad peligrosa y contagiosa para las personas”.
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