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Rosario

Se repiten los casos de presos que presentan informe psiquiátrico para alojarse en el Agudo Ávila y luego se fugan

“Hay lugares a los que no tiene acceso la guardia”, indica el Servicio Penitenciario (Foto: Farid Dumat Kelzi)

En la tarde del domingo, una fuente del Ministerio de Seguridad expresó su preocupación por el hecho de haber trasladado al Hospital Agudo Ávila para una consulta a un preso de alto perfil condenado junto a Esteban Alvarado en 2022. Tras haber presentado una pericia psiquiátrica, se había permitido su traslado a la institución ubicada a pocos metros de la Facultad de Medicina. Esto sucedía pocas horas después del crimen de Valeria Nasca, vinculada a la misma banda como integrante de su pata económica y por eso las alertas se encendieron de inmediato. “Teníamos temor de que quisiera fugarse. Estos casos nos obligan a poner más custodia, cuando no sobran los móviles”, afirmaron desde los mandos policiales sobre el tema.

En este marco, Red Boing indagó ante una calificada fuente del Servicio Penitenciario si existen antecedentes de escape de presos de una institución clínica. “Pasa seguido, pero con presos comunes, no con detenidos de alto perfil. En promedio es uno por mes: con informes médicos y causas judiciales llegan también a Oliveros. Y de ahí, a veces terminan afuera. Nosotros nos oponemos, hasta que un juez lo ordena El fin de semana tuvimos un caso de un alto perfil que se intentaba ahorcar haciéndose pasar por loco. Lo llevamos, lo atendieron y volvió a Piñero”, explicó el informante.

Los últimos casos

El pasado  3 de mayo -según consta en actuación interna de la policía provincial- el subjefe de la Comisaría 26 comunicó que a las 20 hs se había evadido Claudio Luján, preso que estaba alojado en el Agudo Ávila. En ese mismo documento informa que el tema debía ser hablado con el fiscal de turno, Pablo Lanza. A las 2 de la mañana, el funcionario del MPA concluye que “debe investigarse el accionar policial y relevar cámaras”, entre otras medidas.

El 21 de marzo, se dio otro hecho. Ese día el Jefe de la Seccional 15 avisa que a las 11.30 había tomado conocimiento de la evasión de Cristian Darío Olivera. También estaba en el Hospital Psiquiátrico ubicado en calle Suipacha. El suboficial que estaba a cargo del detenido informó en ese momento, en el 2do piso de los pabellones, había perdido de vista al detenido: “Ingreso a su habitación y no estaba. Consulto al personal del nosocomio y un enfermero me informa que se había fugado saltando dos rejas de 2 metros de altura. Me aboco por las inmediaciones a la búsqueda del mismo, con resultado negativo”. De acuerdo a la misma ficha, unas cuatro horas más tarde fue recapturado e ingresado a la Comisaría 15.

“Estos presos que se han escapado no son de alto perfil. En estos hospitales el sistema de custodia es abierto, están en libertad dentro de los predios. Y hay sectores en los que la custodia no puede ingresar. Generalmente aprovechan de esos sectores para escaparse. Hay casos particulares, como el de un preso que es indigente y también violento. Pasó varias veces que se fugó y a los pocos días vuelve”, indicó finalmente a Red Boing el director del Servicio Penitenciario, Gabriel Leegstra. En algunas ocasiones, logran ser recapturados. Pero la propia fuga pone en tensión al sistema al obligar a destinar personal a la búsqueda de los evadidos.

Dos de los últimos casos. En promedio, hay uno por mes.

 

El tema de la superpoblación carcelaria viene siendo una preocupación para el gobierno provincial. En los informes que presentó Jorge Baclini al finalizar su período de gestión al frente de la Fiscalía General del MPA y Jaquelina Balangione al concluir su mandato en la Defensoría Pública, brindaron datos preocupantes sobre el tema al exponer en la Legislatura. Santa Fe duplicó la cantidad de presos en los últimos ocho años y tiene hoy más de 12 mil personas detenidas. De ellos, unos diez mil están en cárceles y el resto en comisarías, donde existe hacinamiento y condiciones de alojamiento que no son las adecuadas. Así, parte del personal de las dependencias policiales hace de guardiacárcel, sin serlo. Lo mismo -se sabe ahora con la publicación de estos documentos a los que accedió Red Boing– está sucediendo también en los hospitales psiquiátricos santafesinos.

 

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