La incesante inflación en el país, sumada a la falta de ajustes salariales para los trabajadores, hace que el empobrecimiento de la población en general sea cada vez más evidente. Para ejemplificar esto, dos de los símbolos históricos de la “clase media” como la casa propia y el auto, parecen ser totalmente inalcanzables.
“La clase media quiere seguir siendo clase media. La aspiración de máxima es no perder lo que se tiene. La de mínima, perder lo menos posible. Es una clase media que se siente bajo amenaza y está a la defensiva”, aseguró el especialista en consumo Guillermo Oliveto en diálogo con Infobae.
Si simplemente se tienen en cuenta los datos oficiales, para ser clase media en Argentina se necesitarían ingresos mayores a los $100.000, que es el valor de la Canasta Básica Total para un hogar de cuatro personas. Por otra parte, la consultora W señala que para ser clase “media alta” el monto debería ascender a los $300.000.
Se estima que solo el 5% de Argentina es de clase alta -con salarios de al menos $450.000 por mes-, mientras que más del 50% estaría por debajo de la línea de la pobreza. Dentro del desglose se encuentra que el 17% de la población nacional es considerada “clase media alta”, mientras que el 28% es media baja.
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