El femicidio de Mélani Juárez continúa conmocionando a la ciudad. A más de 24 horas del hallazgo del cuerpo y mientras aguardan por las cámaras de seguridad, las autoridades judiciales intentan reconstruir las horas previas al homicidio.
De acuerdo con las declaraciones de sus familiares, la joven de 21 años dejó de responder su celular el domingo. Tras reiterados intentos para dar con ella, fueron a buscarla a la pensión donde vivía desde hacía seis meses, ubicada en barrio Martin. Al llegar, su hermana Magalí la encontró sin vida, con múltiples heridas de arma blanca y una habitación en perfectas condiciones.
La escena del crimen, una pieza ubicada en 9 de julio 543, no estaba revuelta. La puerta estaba cerrada con llave y no había indicios de forcejeo, aunque una de las ventanas permanecía abierta. El televisor, en tanto, estaba a todo volumen y las luces del cuarto estaban apagadas. Según precisaron los forenses, el cadáver tenía catorce puñaladas realizadas con un cuchillo estilo tramontina, y el deceso se podría ubicar 36 horas antes del hallazgo.
Para Agustín, otro de sus hermanos, el femicida fue un hombre que vivió en el inmueble durante poco tiempo. “Había pagado el alquiler hasta fin de mes, pero se fue el mismo domingo”, indicó. El sospechoso dio de baja sus cuentas en las plataformas digitales, apagó su celular y renunció a la cadetería en la que trabajaba.
El fiscal a cargo, Adrian Bianchini, ordenó un relevamiento del lugar, pericias fotográficas y una autopsia en el Instituto Médico Legal. Las próximas horas serán clave en el esclarecimiento del hecho.
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