La comunidad de la escuela Francisco Gurruchaga se movilizó en el mediodía del miércoles con un abrazo simbólico a la institución tras el millonario robo que padeció el último fin de semana. Los alumnos del nivel secundario cortaron la calle Salta, frente a la institución de barrio Agote, para reclamar seguridad y pedir por la tecnología que les sustrajeron en las últimas horas, valuada en más de 50 millones de pesos.
Lo robado pertenecía a dos aulas completamente equipadas, con más de treinta computadoras preparas para edición de video, cámaras profesionales de fotografía, dos proyectores, tres Smart TV, un estudio de radio con su consola, micrófonos, parlantes y auriculares. Además, se llevaron estufas, ventiladores y un teclado musical. Todo el listado de cosas que faltaron fue debidamente inventariado y se puso a disposición de la justicia. Se había comprado con mucho esfuerzo, aporte estatal, donaciones y dinero de la cooperadora. Una de las terminalidades de la secundaria de la Gurru es Comunicación Multimedial. Y esos elementos son necesarios para la formación pre profesional de los chicos.
Por el hecho, la Cooperadora lanzó una colecta para conseguir fondos que les permitan recomprar la tecnología.
A la causa la tiene el fiscal Germán Mazzoni, que entre ayer y hoy mandó a peritar cámaras de seguridad de la zona. De acuerdo a la información a la que pudo acceder RedBoing, el robo a la escuela se hizo en varias etapas y por delincuentes que merodean la zona.
Cómo fue el robo
El primer llamado al 911 fue el domingo a las 12.48 hs. cuando un vecino advierte que había extraños trepándose a los carteles de publicidad que tapan un baldío sobre Salta, lindero con la escuela. Por ese mismo lugar, habían entrado a robar en la Gurruchaga el pasado 20 de marzo. Aquella vez se habían llevado dos pavas eléctricas y habían recorrido el patio.
En las imágenes de las cámaras de seguridad a las que pudo acceder RedBoing, se ve a varias personas tirar bolsos hacia adentro. Y luego treparse para ingresar. Un rato después, empezaba a llover y había poca gente en la calle. “Según las constancias que tenemos, hubo un desplazamiento después del llamado al 911, pero cuando pasó el patrullero ya deberían estaban adentro”, señaló este miércoles el ministro de Seguridad Claudio Brilloni, consultado por el caso.
El siguiente movimiento de los delincuentes que consta en la investigación del fiscal es el que se registra el lunes a las 16.28. En ese momento las cámaras de seguridad captaron a cinco personas que entran por el portón de la escuela, en dos grupos. “Desde adentro, el día anterior, ya habían logrado violentar el acceso”, indicó a RedBoing una fuente que pudo ver el video.
Diez minutos después, la imagen muestra cómo las mismas cinco personas empiezan a salir con objetos robados: una silla de escritorio sobre la que cargaban un CPU, más el resto del equipamiento. A pesar de que en las primeras horas se supuso que habían contado con una logística más elaborada, como un camión o una camioneta, se ve que los ladrones siguen caminando en contramano por Salta y pasan Cafferata.
“Por la cantidad de cosas que se llevaron, los viajes tienen que haber sido muchos más, pero eso lo veremos en estas horas cuando revisemos las grabaciones de cámaras de seguridad de la zona”, indicó otra fuente que dialogó con RedBoing. Ese movimiento del lunes por la tarde sí está en la causa con precisión, gracias al testimonio de una fuente reservada.
Dónde guardaron las cosas
Como está dicho al inicio de esta nota, la policía no dio el alerta a las autoridades de la escuela después de recibir el llamado al 911. Por lo tanto, la institución recién tomó nota de lo que había pasado cuando su director pasó de forma casual por el portón de calle Salta el lunes feriado cerca de las 18 hs y lo vio abierto. Así lo habían dejado los delincuentes en su última salida. Unos minutos después, efectivos policiales ingresaron armados y ya no encontraron a nadie. Sí se podían ver algunos trípodes que parecían haber quedado preparados para llevarse en un nuevo viaje, que nunca se hizo.
Recabando testimonios en el barrio esa noche y el día siguiente, los investigadores accedieron al dato de que la enorme cantidad de tecnología sustraída a la escuela podría haber sido acopiada en un aguantadero frente al cruce Alberdi, en unas casillas detrás de carteles publicitarios en Bordabehere y Alberdi, frente al edificio de Telecom y al lado de las vías. Con esa información en mano, AIC se hizo presente en el lugar: al ver a los efectivos, una pareja se escapó. Antes, habían descartado un ventilador que había sido robado en la escuela.
Hay otros elementos que permiten sostener esa teoría de la investigación, la del aguantadero en el Cruce: al menos dos testimonios coinciden en haber visto el domingo a las ocho de la noche a tres personas buscar con desesperación taxis para cargar bolsas negras de consorcio. “Ese mismo lugar, detrás de los carteles de publicidad y en la zona de las vías, es también donde suelen esconderse quienes roban algún celular o mochila en la cuadra”, relataron varios vecinos a RedBoing. Todos estos datos ya forman parte de la causa que lleva adelante el fiscal Mazzoni, que podría tener alguna coordenada sobre el lugar en el que los delincuentes podrían tener guardada la mercadería.
Desde la escuela se informó, entre tanto, que hay un único alias habilitado para recibir donaciones económicas.
Para transferencia o depósito bancario:
CBU 3300005110050002366012ALIAS GUSTO. LEONA.PULSO
Importante: enviar comprobante al email cooperadoradelagurru@gmail.com con el asunto “Donación Nivel Secundario”
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