Mike Tyson es una de las grandes leyendas del boxeo pero su carrera deportiva, al igual que su vida, tuvo tantos momentos de gloria como de frustración y uno ellos fue el día que perdió su invicto de manera inesperada y contundente cuando cayó noqueado en el décimo round por su compatriota James Buster Douglas.
A 31 años de esa pelea que tuvo lugar el 11 de febrero de 1990 en Japón y significó su primera derrota después de 37 victorias, Tyson contó en su autobiografía detalles de los días previos y de su falta de preparación que explican su flojo desempeño durante el combate: “No quería pelear; todo lo que me interesaba entonces era salir de fiesta y tener sexo con mujeres. No consideré a Douglas como un gran desafío. Ni siquiera me molesté en ver ninguna de sus peleas en video. Yo había vencido fácilmente a todos los que lo habían noqueado”, se sinceró.
“Tenía sexo con las sirvientas y veía a una joven japonesa con la que había tenido relaciones cuando estaba en Japón. Cuando mi esposa salía de compras, yo bajaba a la parte trasera del hotel, donde estaba su habitación. Así entrenaba para el combate”, detalló Tyson.
El ex campeón del mundo de los pesos pesados viajó con un mes de antelación a Tokio pero la pelea pareció ser la excusa perfecta para estar de fiesta y de vacaciones. Tanto exceso de confianza le pasó factura a Iron Mike y cayó rendido en el décimo round ante los ojos del mundo que esperaban otra exhibición de su parte.
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