Un informe realizado por el reconocido y prestigioso diario francés L’Equipe catalogó al rugby de su país como “la fiesta de la cocaína”, después de que hablara con decenas de jugadores del Top 14, el torneo galo por excelencia. De acuerdo a lo expresado por los propios protagonistas, la mayoría de los deportistas consumen dicha droga para “divertirse y relajar la presión”.
“Deseo que cualquier hombre promedio sea un deportista profesional algún día, gane mucho dinero y esté bajo presión de la mañana a la noche. Es complicado vivir al día. Nadie puede entenderlo hasta que lo ha vivido, jugado y sido aplaudido por miles de personas. Cuando tienes que comer bien toda la vida, entrenar, hacer todo lo que te digan, estar al 800% de la mañana a la noche, los siete días de la semana, en algún momento tienes que salir, divertirte, relajar la presión. Algunos caminan, otros se drogan. Lo mismo cuando te encuentras en la grada y no juegas: esa adrenalina la encuentras con la cocaína”, expresó un rugbier que decidió preservar su identidad para no tener consecuencias en su club.
Según lo que expresan los propios jugadores, la cocaína ingresó al mundo del rugby hace décadas, y desde ese momento las autoridades locales no pudieron detener su consumo. Inclusive, quienes utilizan esa droga saben a la perfección como hacer para que no den positivo en los test que la asociación hace una vez terminados los partidos del Top 14.
“Todos sabemos que la cocaína es un flagelo en toda la sociedad. Nadie está fuera de su alcance. Desafortunadamente no podemos estar detrás de todos los jugadores para vigilar lo que hacen cuando no están en el club”, declaró en febrero a la agencia AFP el presidente del club Lezignan, Alain Fabre.
De acuerdo a lo publicado por L’Equipe, no se trata de casos aislados, sino que “la cocaína se ha vuelto un lugar común”, tal y como reconoció otro rugbier que eligió esconder su identidad para evitar posibles sanciones. La droga permanece en la orina por un máximo de 48 horas por lo que los jugadores saben que deben hacerlo al inicio de la semana. De esta manera, ya no quedan rastros de sustancias ilegales en el cuerpo.
Los rugbiers que prestaron testimonio eligieron hacerlo bajo el anonimato para evitar problemas, aunque todos coincidieron en que en el ambiente esto no es un secreto. Vale aclarar que la Federación Francesa de Rugby (FFR) realiza controles antidopaje después de los partidos, pero no durante la semana en las prácticas. Ese espacio entre los compromisos les permite a quienes lo deseen consumir este tipo de sustancias ilegales.
Cabe destacar que el consumo de este tipo de estupefacientes está prohibido en territorio francés, y que está penado con una multa de 200 euros pudiendo incluir una pena de prisión por un año. A su vez la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) tiene establecido distintos castigos si el consumo de cocaína es detectado durante una etapa de competencia, que puede ser de dos años, o fuera de temporada, que se reduce a tres meses.
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