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Opinión

Contrafrente: el peronismo local busca ampliar la base electoral

Sukerman, Monteverde y Lewandowski miran el 2023 con posibilidad de acuerdo.

El peronismo ha visto con ambición a la ciudad de Rosario en las últimas elecciones. En otras categorías ha vencido, pero a intendente siempre se quedó en la gatera. Con el armado del frente de frentes de Juntos por el Cambio y el progresismo unidos, buscan alternativas para poder robustecer el espacio y ampliar la base electoral de cara al 2023. Viejas posibilidades que se reflotan y nuevas caras en las boletas para dar el golpe.

En 2019 quedó en la puerta. Sobre aquel cierre de listas en Santa Fe, un 22 de febrero caluroso, estaba todo dado para que Ciudad Futura compita por dentro del Frente de Todos en Rosario y sea parte de un armado grande para conquistar nuevamente la capital del peronismo, como se conoció alguna vez a la ciudad hace 50 años.

Hubo negociaciones arduas entre Roberto Sukerman, el candidato natural del peronismo en aquella contienda, y el espacio de Ciudad Futura, para lograr acuerdos programáticos y competir en una Primaria Abierta Simultánea y Obligatoria. El reaseguro para este sector fue aliarse con María Eugenia Bielsa, y así tener una pata dentro del mismo peronismo que le garantice el cumplimiento de lo pactado.

Sin embargo, el espacio conducido por Juan Monteverde solicitó dos cosas básicas que no se cumplieron: que el nombre del Frente no sea el mismo, sino que haya una nueva denominación para mencionar públicamente al acuerdo, y que María Eugenia Bielsa haga una foto con Caren Tepp, la candidata de ellos, durante el proceso del cierre de listas. Ninguna de las dos se cumplieron, y corrido los límites del acuerdo, sumado a otros entendimientos rotos, hicieron que vayan por fuera y no se llegue a competir en una PASO entre ambas fuerzas.

El rossismo, de la mano de Sukerman, era quien más insistía con que se logre un trabajo en conjunto y una competencia sana en la interna, para construir poder y ampliar la base electoral de una vez por todas. Y ese argumento es el mismo que se sostiene hoy, y se potencia al ver que enfrente hay un armado grande que busca no sólo quedarse nuevamente con Rosario sino avanzar sobre el territorio provincial. Hoy se suman nuevas voces y nuevos candidatos que acompañan esta visión, como es el caso de Marcelo Lewandowski y el del mismo Lisandro Cavatorta.

Inclusive, la irrupción de Pablo Javkin como candidato a conducir la Casa Gris hace que se entusiasmen nuevamente con la chance concreta de competir en Rosario. Si el acuerdo es entre el socialismo, el radicalismo, CREO, el PDP, el PRO y otros espacios para llevarlo al intendente al frente de una campaña provincial, es natural que se miren a las caras con otro cariño para ser una alternativa con posibilidades de victoria en una elección general.

Que el mejor elector del frente de frentes se vaya a competir a la provincia, hace que se debilite, al menos en primera instancia, la capacidad electoral de ese espacio. Eso lo están viendo desde los sectores que no tienen intenciones de acordar en ese armado amplio y buscarán replicar algo similar desde otro sector ideológico para poder frenar ese avance.

Además, la pandemia, la crisis económica y la situación extrema que se vive en seguridad han hecho mella en la imagen de los oficialismos, y no es la excepción la ciudad de Rosario. Por eso, corren con ventaja las oposiciones de cara a los comicios del año próximo.

Javkin engorda su espacio

El intendente tiene la decisión tomada de avanzar hacia un frente de frentes con JxC y llevar a CREO, su partido, a conquistar tierras santafesinas. Retomó el diálogo fluido con viejos conocidos de la militancia durante su juventud radical, se acercó a los armadores provinciales y nacionales y quiere ser el candidato del acuerdo grande.

Sabe que para eso, primero, tiene que generar una amplitud en su armado local, donde ya cuenta con los radicales universitarios, base de su construcción para llegar a la intendencia, con un sector del socialismo conducido por Eduardo Di Pollina y Rubén Giustiniani, y suma espacios como el PDP local, entre otros.

En ese sentido, convocó a un plenario con “más de 900 personas” en la Universidad Nacional de Rosario, con la presencia de todas las fuerzas que lo acompañan. Los “javkinistas” llaman a la unidad de alianza, construcciones programáticas y esquivan la discusión de la grieta para poder avanzar hacia el año próximo.

El intendente en la UNR ante el plenario convocado.

“Nadie tiene más votos que el intendente, es el candidato natural del frente de frentes”, indican quienes están cerca de Pablo, y tal vez así sea. Los otros sectores tienen listos también a sus competidores y promete ser una interna atractiva.

Perotti salió de la encerrona

Después de 3 meses de negociaciones, el gobierno provincial tiene su presupuesto 2022. De aquel 16 de diciembre en donde el Senado había aprobado por unanimidad el texto enviado por el ejecutivo, con pequeñas modificaciones, se empantanó en diputados por falta de acuerdos con la oposición y con los gobiernos locales. El jueves fue aprobado nuevamente en la Cámara alta y Perotti puede avanzar con las otras agendas pendientes.

Se había transformado en un culebrón. Logró los acuerdos con los senadores rebeldes, acomodó el eje político interno, pero había quedado pendiente la negociación con la oposición. Y fue allí donde tuvo que sentarse a charlar un equipo de trabajo conducido por Marcos Corach y Celia Arena para poder desempantanar el presupuesto, y lograr una dinámica distinta de cara a las próximas negociaciones legislativas.

El gobernador va en busca del diálogo de la autonomía municipal.

El eje de la Ley de Autonomías con la conformación de un Consejo de Ciudades es el diálogo político que propone Perotti en este año, y hasta algunos osados se ilusionan con reflotar la posibilidad de la reforma de la Constitución. Los tiempos están justos y la voluntad política no es la adecuada para llegar a semejante consenso, pero al menos la negociación por lo bajo existe y nadie la niega. Primero con los propios, después con los aliados para finalmente llegar a los opositores.

La sensación es que si le costó tanto sacar un presupuesto, no están dadas las condiciones para poder avanzar en una reforma. Pero siempre es posible entablar una negociación si hay voluntad política de ceder sobre los ejes más débiles y encontrar los puntos en común. La reforma tuvo, tiene y va a tener un tema central: la reelección o no del gobernador.

Otro acuerdo que avanza es el del gobernador con la justicia. Esta semana envía 10 pliegos a la Comisión de Acuerdos para completar funcionarios judiciales de distintos fueros que están vacantes y era una de las solicitudes de la Corte Suprema. Así, intenta saltar viejas rencillas que supo tener con sectores de la justicia santafesina y encara una nueva relación con la dirigencia.

Hoy Perotti mira los acuerdos nacionales y coquetea con la posibilidad de ser uno de los candidatos “moderados” hacia la Casa Rosada. Los acuerdos electorales con Cristina Kirchner son conocidos –desde el 2011 hasta la última- y se puede reflotar la idea con base en la ruptura que se generó entre el presidente y la vice. Tiene buena relación con los gobernadores del centro, y en Buenos Aires empezó a sonar su nombre. Sin embargo, sigue jugando su partido en la bota santafesina.

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