Los Tribunales Federales ubicados en Oroño entre Rioja y San Luis amanecieron con un impacto de bala. La garita de seguridad del viejo edificio, en pleno centro de Rosario, fue baleada a las 3:20 de la mañana y el ejecutor del disparo fue una persona que llegó caminando, lo que torna todavía más increíble el hecho.
Hace un mes, se había emitido un alerta por un posible atentado a edificios de la Justicia Federal, de parte de un capo narco preso en una cárcel federal: Julio Rodríguez “Peruano” Granthon. Sin embargo, pese a la advertencia de lo que podía suceder, no había custodia en los Tribunales de Oroño durante la madrugada. Y el personal que debía estar en la garita que fue atacada, estaba dentro del edificio.
“Se recomienda extremar los recaudos de seguridad para el personal desplegado en áreas de empeñamiento y ciudad de Rosario”, había dicho aquella vez la información de inteligencia.
Por el hecho, se dio intervención a la Secretaría de Coordinación Institucional de la Procuración y a la Cámara. Interviene la Fiscalía Federal n°1 a cargo de Javier Arzubi Calvo, que le dio intervención a la Unidad de Investigaciones Antiterroristas de la Policía Federal.
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