Imágenes difundidas en las redes sociales mostraron a los talibanes con vehículos blindados estadounidenses, rifles de asalto M4 y M18, fusiles de francotirador M24 y trepados a helicópteros Black Hawk. Los insurgentes se apoderaron de grandes cantidades de armamento de las fuerzas armadas afganas tras vencer en la guerra de Afganistán, la mayoría enviadas por Washington en las últimas dos décadas.
La mayor parte de este material había sido enviado por los estadounidenses a las fuerzas afganas como parte de su entrenamiento para proteger Afganistán, una tarea que costó decenas de miles de millones de dólares.
El Pentágono suministró al ejército afgano más de 7000 ametralladoras, 4700 Humvees y 20.000 granadas en los últimos años, según datos oficiales. Los afganos también recibieron de Washington artillería y drones de reconocimiento así como más de 200 aeronaves de alas fijas y helicópteros.
Entre esos aparatos se cuentan cinco helicópteros estadounidenses UH-60 Black Hawk, otros 16 helicópteros rusos y 10 aviones cazas A-29 Super Tucano.
Las tropas estadounidenses se llevaron de Afganistán gran parte de este equipamiento en los 16 meses de retirada y dejó otra cantidad al ejército afgano.
Ahora, lo suministrado a los afganos quedó en mano de los talibanes y genera preocupación. John Kirby, vocero del Pentágono, dijo que este tema está siendo examinado.
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