En un lindo momento para la audiencia de la 97.3, en la tarde del miércoles el ex presidente uruguayo Pepe Mujica charló con Todo Pasa. Habló sobre la vida, los valores, la Argentina, el peronismo y otros temas: “Triunfar no es llegar a ningún lado, porque el único lugar al que llegamos es el hoyo. Sepamos que la vida es un milagro y el tema es en qué la gastamos. ¿En pagar cuentas? ¿Confundiendo ser con tener? ¿O podemos cultivar afectos, cultivar una pasión, cualquiera sea? Porque ese es el único momento en el que sos libre, en el que sentís la alegría de vivir, aunque no estés ganando un peso por eso. Pero para hacer eso, tenés que tener tiempo”.
Nacho Russo le preguntó qué era para él la Argentina y Pepe respondió con claridad: “Es un embrollo, es el único lugar del mundo donde los periodistas jamás se van a aburrir, porque todos los días hay una novela distinta, una historia nueva. Parecido, no igual, solamente puedo hablar que es Italia. Argentina es una cosa espectacular, no se si es la enorme estirpe italiana, es un país dificilisimo de entender al que adoro, porque tengo tantos amigos. Fíjate: tienen unos intelectuales de primera línea, son los que tienen más premios Nobel de América Latina, tienen riqueza por todos lados y sin embargo tienen líos todo el tiempo. Y sobre todo tienen un enfrenteamiento en el que hay gente que ni siquiera se saluda, ni se habla y están acostumbrados a pasar por crisis. Parece a veces que Argentina se desbarranca y vuelven a flotar, se recuperan y siguen. En materia de economía, hay una economía para el mundo y otra para ustedes”.
“¿Qué pensás que dirán de vos cuando hablen de Pepe Mujica en un futuro en los colegios?”. El ex presidente de Uruguay contestó muy rápido: “Dirán que fui un viejo loco, ¿qué otra cosa podrán decir? Nosotros los humanos somos muy vanidosos, pero no somos más que los langostas y otras especies sobre la tierra. Tal vez en un futuro queden solamente los insectos y digan que los hombres fuimos una especia inteligente que se autosuicidó. Porque estamos haciendo todo lo que no hay que hacer para arruinar al planeta. Estamos como organizando un gigantesco sartén, marcharemos todos al spiedo”.
El dirigente, que fue senador, presidente y militante durante tantos años, dijo en Radio Boing sobre el peronismo: “Esa cosa que nadie puede definir, que no es un partido sino una especie de mística que ha sido construida por el pueblo argentino y está el antiperonismo, de un lado y del otro de la criatura. Pero a mí esto me hace pensar que los argentinos son en realidad una misma cosa y que piensan distinto, aunque sientan igual. Y que se descargan enfrentándose uno con el otro. Y ese conflicto aparente de ‘Juan con Pedro’, no les deja ver uno mucho más profundo, que es el peso del subdesarrollo. Creo que tenemos que negociar y salir para adelante, porque se nos viene encima un cambio de época”.
Enseguida explicó de qué se trataba eso: “Hasta ahora, las máquinas que inventábamos aumentaban el poder de la vista o de la voz, pero ya se inventan máquinas que reemplazan a la materia gris. ¿Qué vamos a hacer ahora como humanidad? Un poco que parecemos un mono con ametralladora y de repente tenemos como dos humanidades: una que despilfarra y otra que no tiene casi nada. Fijate vos nosotros que somos un paisito de tres millones y medio de habitantes, pero informamos 26 millones de pares de zapatos. ¿Qué somos? ¿Cienpiés? Porque algunos importan mucho y otros nada. Ustedes deben estar más o menos igual”.
Mariano Montenegro hizo alguna reflexión sobre el pasado y Pepe dijo: “Lo único permanente es el cambio. El mirar patrás’ es hermoso para componer tango o poesía, pero la vida es mañana. Hay que mirar para adelante, mascar tuerca si es necesario, negociar con Dios y con el Diablo si hace falta, pero construir a partir de la derrota. Triunfar no es llegar a ningún lado, porque el único lugar al que llegamos es el hoyo. Sepamos que la vida es un milagro y el tema es en qué la gastamos. ¿En pagar cuentas? ¿Confundiendo ser con tener? ¿O podemos cultivar afectos, cultivar una pasión, cualquiera sea? Porque ese es el único momento en el que sos libre, en el que sentís la alegría de vivir, aunque no estés ganando un peso por eso. Pero para hacer eso, tenés que tener tiempo. Y la cultura contemporánea se basa en perseguir la chaucha. Y si tenés un autito no sos feliz, porque resulta que tenés que tener uno más grande. Y así se te va la vida”.
La entrevista se hizo por Zoom y se transmitió en el Youtube oficial de Radio Boing. Él habló desde su chacra, en las afueras de Montevideo y con mucha tranquilidad. En un momento de la nota, hizo una pausa y se prendió un cigarro: “Hermano, tengo 84 años, algún gusto me tengo que dar. Lo mismo que el vasito de vino. No soy religioso, pero a la sangre de Cristo la respeto“, dijo sonriente.
“Durante muchos años se peleó para trabajar 6 horas en lugar de ocho. ¿Pero qué pasó? Ahora hay muchos que consiguieron eso, que tienen dos trabajos en lugar de uno. Y no les queda tiempo para nada. Tal vez no puedas cambiar el mundo, pero sí dominar tu cabeza. Para que no venga cualquier campaña de marketing y hacerte hacer cualquier cosa. Porque el sistema necesita que seamos compradores voraces. Y que nuestra vida sirva para la acumulación. En la Edad Media, educaban a la gente diciéndole que la vida era un valle de lágrimas y que la felicidad podía venir después de morir. Ahora nos educan para comprar y sentimos que al otro día de comprar algo, estamos ya aburridos de eso que compramos. Pero resulta que para comprar eso, necesitás plata y para conseguir esa plata necesitás tiempo de tu vida. Y cuando te das cuenta, a tu hijo le compraste de todo, pero lo que le faltás sos vos, pelotudo. Tu hijo necesitaba más tiempo de su padre o de su madre, más que tantas cosas. Y no hago apología de la pobreza, hago apología de la sobriedad”, siguió reflexionando.
Mientras Pepe charlaba con Radio Boing, llegaban cientos de mensajes al WhatsApp. Y las frases seguían brotando desde Uruguay: “No te digo que tengas que vivir abajo de una chapa de zinc, pero cuando tengas los problemas básicos resueltos, apostale una carta a la vida. Y la vida son los afectos”.
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