En plena crisis sanitaria en todo el territorio brasilero, el Presidente, Jair Bolsonaro, volvió a descartar la posibilidad de decretar el confinamiento domiciliario como medida para evitar el avance del Coronavirus. Por el contrario, afirmó que la población puede “tener por seguro” que él no utilizará a “su” Ejército “para obligar a nadie a quedarse en casa”.
Desde el inicio de la pandemia, el Mandatario brasileño se opuso a las cuarentenas. El principal argumento que utiliza son las cifras de paro y pobreza que se producirían en caso de que muchas de estas personas permanezcan en sus hogares.
“Un padre de familia tiene derecho a salir a buscar su sustento”.
En este sentido, reiteró que el Congreso y su Gobierno buscan recrear una ayuda de unos 50 dólares mensuales por cuatros meses a los trabajadores informales.
En los últimos días Brasil ha experimentado un repunte de los casos de coronavirus, así como en el número de fallecidos. En total, son ya más de 11 millones de personas las que han contraído la enfermedad, de la que han muerto 265.411.
La semana pasada, incluso, Bolsonaro llamó “cobardes” y “caprichosos” a los que adoptan el distanciamiento social y los tapabocas, una política que no comparten ni sus aliados en el exterior.
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