El mundo se encuentra en una carrera contrarreloj para inocular a sus poblaciones. Con distintas estrategias, los países buscan reducir los contagios en sus territorios y lograr bajar los indicadores de letalidad del coronavirus. En la región, Chile se destaca con el 32,2% de sus habitantes vacunados, mientras que en el mundo Israel ya logró inmunizar al 57,9% de su gente y se volvió opcional el uso de barbijo en lugares abiertos.
En Argentina, la campaña de vacunación comenzó antes que la chilena, sin embargo, los números no son mejores. Como explicaciones se puede tener en cuenta la cantidad de habitantes y los inconvenientes que tuvo el Instituto Gamaleya para proveer las Sputnik V, para que en el país solo se le haya aplicado las dosis necesarias para inmunizar totalmente a un paciente al 1,92% de la población.
De una población de 45.376.763 (proyección del Indec para 2021), 872.745 personas recibieron dos inyecciones de alguna de las fórmulas que compró la Argentina a distintos laboratorios -Covishield, Sinopharm y Sputnik V- . La brecha es muy marcada con respecto a quienes recibieron una sola aplicación, que fueron 6.341.959, casi el 14% de la ciudadanía.
Mónica Mena, analista del servicio de estudios de Statista, apuntó que “la comunidad científica estimó que entre el 60% y el 70% de la población debía estar protegida frente al coronavirus para conseguir la esperada inmunidad de grupo. Sin embargo, este umbral se ha revisado al alza desde principios de año, citándose en algunos casos entre el 80% y el 85%”. Y explicó que en cualquier caso, “el recuento de casos de coronavirus en Israel empezó a descender cuando el 40% de su población recibió al menos una dosis”.
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