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Opinión

Santa Fe tuvo su red carpet política: un cierre caótico que abre una nueva era

La jornada del cierre de listas tuvo condimentos para todos los gustos. Desde temprano, en Santa Fe el aire se cortaba con un cuchillo. El acomodamiento de un nuevo escenario bipartidista, las definiciones provinciales que ordenarían el cuadro hacia abajo, la Casa Gris como protagonista del culebrón del día, los heridos y los beneficiados.

Con la oposición lanzada, el viernes era el turno para la definición del PJ. Tras varios idas y vueltas, y hasta con la particularidad de que al mediodía se había caído definitivamente la negociación, Marcelo Lewandowski llegó a un acuerdo con el gobernador y será el candidato a sucederlo a partir del 10 de diciembre. Se llevó la fórmula completa, ya que su ladera como vice será Silvina Frana, actual ministra de Infraestructura e integrante de su mismo espacio.

Los pormenores fueron de película. Pasadas las 12 el gobierno comunicó que estaban terminadas las charlas con el espacio del senador nacional y que Roberto Mirabella tenía la orden de comenzar a armar las listas. El cuadro de acuerdos era inviable y se filtró formalmente que ya no había tiempo para más. Sin embargo, con la información divulgada, un grupo de intendentes y presidentes comunales pusieron el grito en el cielo, se comunicaron con Lewandowski y lo convocaron a una reunión en el Hotel Intertower para pedirle que siga en la cancha y juegue la interna, con o sin el gobernador de su lado, y que corra en este tramo final al armador que lo había llevado al límite en las negociaciones. Y ocurrió.

Con ese escenario, alrededor de las 17:30 se dio el cónclave. Paralelamente, Perotti lo llamó a Mirabella a la Casa Gris para consultarle cómo seguir, y definir qué hacían en conjunto. En ese mano a mano, el diputado nacional le dijo que estaba a disposición de lo que necesite el colectivo, y que si tenía que bajar su candidatura para lograr el acuerdo que cuente con eso. Ese fue el primer paso para que se comience a destrabar todo.

Pasadas las 18, encararon hacia la Gobernación Lewandowski, Cavatorta y Diego Giuliano para ir en busca del acuerdo final. Este último fue fundamental para tender lazos cuando todo parecía irremontable, y terminó siendo el Cupido de una relación que se reflotó a partir de sus propuestas sobre la mesa. Lograron ponerse de acuerdo contrarreloj sobre la lista de diputados, la fórmula y la financiación, para que finalmente a las 22, con todo cocinado, se fueran para sus campamentos a comunicar que había fumata bianca.

La fórmula completa para Lewandowski tiene anclaje en que Sergio Massa garantizó el financiamiento de la campaña desde Buenos Aires. Con ese punto resuelto, Perotti insistió con que la lista de diputados debía ser de él en su totalidad, con la salvedad de darle un nombre a Lewandowski -lo puso a Miguel Rabbia de 3- y uno al Frente Renovador. Con ese acuerdo plasmado, sólo restaba conformar las listas y depositarlas en el partido antes de las 12 de la noche.

La estrategia de Perotti se repite elección a elección. Abre poco el diálogo, ni sus más cercanos conocen la voluntad de él hasta último momento, lleva a sus rivales internos a la raya y define sobre el gong de la campana final. Con esto, logró un acuerdo con Lewandowski y el massismo sin tener que entregar fierros a los demás sectores del peronismo, sacándolos a la cancha y sin deberles nada a futuro. Así es como Eduardo Toniolli ya estaba lanzado hace algunos días con un acuerdo explícito en todas las categorías con Ciudad Futura, y ayer se sumaron a él Leandro Busatto por el espacio del Chivo Rossi, y Marcos Cleri desde La Cámpora acompañado en la fórmula por Alejandra Obeid. Una interna de cuatro con una lista oficial y tres que quieren competirle al gobernador para ganarse en las urnas lo que no quisieron pagarles en la rosca.

Por otra parte, desde la oposición estaba todo más ordenado. Carolina Losada y Federico Angelini ya estaban lanzados, lo mismo que Maximiliano Pullaro junto a Gisela Scaglia y Mónica Fein acompañada del periodista santafesino Eugenio Fernández. Ahí las disputas estaban por los armados de las listas de diputados y por Rosario.

El socialismo no se puso de acuerdo y el lifschitzmo encabezado por Fein y Clara García armó todas las categorías sin consensuar nada con Antonio Bonfatti, que también encabezará una lista de diputados provinciales. Esta ruptura se venía madurando desde hace un tiempo, cuando el ex gobernador dejó de aparecer en los actos públicos. Los negociadores no querían que él integre la lista de legisladores, y eso hizo que se caigan las charlas. De hecho, también tienen internas en concejales de Rosario: Pablo Seghezzo por un lado, Susana Rueda por el otro.

El cierre de Pullaro fue un relojito. A las 18 horas ya tenían todas las carpetas ingresadas en el comité radical de Santa Fe. Hasta tuvieron el tiempo de realizar un acto arriba con los referentes del espacio interno, como Corral que encabeza diputados, Federico Lifschitz que va de concejal, Scaglia y Walter Ghione. Cerca del final, guardaron una sorpresa. El PDP les entregó a ellos las 40 carpetas de localidades que tenía armadas, y Gabriel Real junto a Lichu Zeno, 11 y 21, integraron la lista para la Cámara baja. El impacto es menor en términos del armado, pero sí una sintomatología de aquel grupo Vera que se fue desgranando.

Por parte del acuerdo de Losada y Angelini, tuvieron un cierre frenético en las categorías locales, pero ordenadas en las provinciales. La fórmula ya estaba, pero faltaba resolver los diputados. Durante el día, hubo tensión porque Ariel Bermúdez tenía el ofrecimiento para ir quinto en la lista que encabezará Dionisio Scarpín, y no estaba conforme. Hasta se pusieron a charlar Javkin, Ricci y Jatón para armar una “de los intendentes” por afuera con Roy López Molina a la cabeza. Duró poco la iniciativa porque le terminaron ofreciendo el tercer lugar, cedido por Martín Rosúa que pasó al quinto. Rosario terminó siendo el punto conflictivo, que hasta produjo peleas entre los armadores del espacio por lo brusca que fueron algunas negociaciones.

Para intendente, una rosca aparte

El intendente Pablo Javkin va por la reelección y ayer se formalizó la intención. La interna que tenía confirmada era la de Enrique Estévez por el espacio del socialismo lifschitzta, y Miguel Ángel Tessandori en acuerdo con el pullarismo, con la incógnita de qué pasaría en el PRO. Durante la tarde comenzó a conocerse que Germana Figueroa Casas iba a ser también parte de la competencia por la intendencia, y desde otro bunker Charly Cardozo también se subió al ring. Estalló por el aire todo.

El PRO había tenido instancias internas para definir un candidato único. Sin embargo, no lograron ponerse de acuerdo porque Figueroa Casas era del galdeanismo, Charly del angelinismo y Chumpitaz del pullarismo. Ninguno quiso ceder y quedó vacante. Hasta se pensó en que el macrismo no iba a tener un candidato en la representante. Sin embargo, cuando se lanzó Figueroa Casas, Charly Cardozo desconoció ese acuerdo y, enojado, presentó lista también. Esto llevó a enojos cruzados entre los armadores, griteríos lógicos de un cierre frenético, y hasta llamados desde Buenos Aires preguntando qué estaba sucediendo.

El acuerdo entre Javkin, Galdeano y Angelini incluía en las notas al pie que haya un candidato amarillo, para poder quitarle volumen político a Tessandori y garantizar que la interna sea con tendencia a que pueda ganar cómodo el actual intendente. Pero una puja entre dos no era lo acordado, aunque en la lectura fina hasta puede beneficiarlo aún más. Nadie pudo bajar a ninguno y así quedó armado: Javkin, Estévez, Tessandori, Figueroa Casas y Cardozo se medirán en las PASO de julio.

En el peronismo se dio algo inédito. Roberto Sukerman logró lo que venía buscando hace más de un año y será el único candidato del PJ para la intendencia. Su armado se basó en un acuerdo con Ciudad Futura y el Evita para preparar una gran interna local entre ambas fuerzas, y que el peronismo no le haga interna a él para no debilitarlo contra Juan Monteverde. Para eso, armó un sello distrital para que todos los concejales y todos los candidatos a gobernador puedan darle el apoyo en la competencia local.

El espacio de Monteverde le suma músculo político al peronismo, y este nuevo escenario bipartidario genera que las elucubraciones que se hagan sean inconsistentes sobre un hipotético resultado electoral en las generales. El PJ tiene una oportunidad histórica por las tendencias de poderes ejecutivos golpeados en los tres niveles del Estado, y porque se amplía la base electoral con la izquierda territorial que representa Ciudad Futura.

El 16 de julio se terminan los análisis previos y conoceremos la realidad incontrastable de las urnas. Pasó un nuevo cierre de listas, tal vez el más desordenado de los que se recuerden. A falta de caudillos en ambos frentes con voluntad de poder ser elegidos en la gobernación, hizo que todos crean tener su chance. Quién puede y quién no, lo resuelve el pueblo.

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