El Concejo Municipal sigue aturdido por el copamiento sufrido en la mañana del jueves por parte de trabajadores portuarios, que se metieron por la fuerza al recinto donde debaten los ediles al grito de “con SUPA no se jode”. En ese contexto, horas después de un episodio increíble que sumó hasta bombas de estruendo dentro de las oficinas, se debieron continuar las labores y afinar detalles para la última reunión del año.
Así, hubo intensos debates y rosca durante toda la jornada de ayer y la madrugada de hoy para conseguir los votos que hacían falta para varios proyectos de interés para la gestión de Pablo Javkin, entre ellos el Presupuesto con el que podrá contar el Ejecutivo en 2023 y el permiso para levantar una mega torre en Puerto Norte, de 200 metros. Además, se autorizó la creación de una empresa pública desarrolladora.
Los debates comenzaron a las siete de la tarde del jueves y allí se autorizó la suba en la bajada de bandera de los taxis, más el visto bueno a varios proyectos resolutivos. “Esos últimos fueron temas menores que negociaron para conseguir consenso para el Presupuesto”, afirmó una fuente acostumbrada a recorrer los pasillos del Palacio Vasallo en diálogo con RedBoing.
“Los acuerdos políticos se lograron durante las últimas semanas. La cartera de Hacienda está trabajando acá a pleno con este tema. Los distintos bloques fueron proponiendo alguna modificación, que se plasmarán en una ordenanza posterior. Lo importante es que hubo buena voluntad“, planteó María Eugenia Schmuck, presidenta del Concejo.
La Sociedad Anónima Unipersonal (SAU) que aprobó el Concejo será una empresa pública desarrolladora con la cual Javkin espera apurar inauguraciones en su último año de gestión. Es que la dilación de tiempos que generan los procesos de licitación con el esquema actual han demorado más de una vez los trabajos. La expectativa es que ahora “se agilicen gestiones para las contrataciones y compras, sobre todo en mejoras necesarias para los barrios populares”, señalaron desde el oficialismo.
Schmuck le dijo también a RedBoing: “La aceleración del proceso inflacionario es un problema para la obra pública, sobre todo con proyectos de urbanización que llegan con fondos nacionales y de otro tipo. Para aprobar esta propuesta de la SAU se unifican dos proyectos, uno de Martín Rosúa y uno de Ciudad Futura. Pero es importante decir que no será una nueva estructura, sino que se reasigna personal de otras áreas”.
También se aprobó el permiso para construir una mega torre, que consiguió mayoría con un detalle de color: como el oficialismo necesitaba cuatro votos y le faltaba uno, renunció Verónica Irizar a la Comisión de Planeamiento, que integra la coalición gobernante, porque estaba en contra. Su lugar lo ocupó Ciro Seisas, del mismo espacio político, pero que sí estaba a favor de la obra en Puerto Norte. Y así finalmente se llegaron a los cuatro votos que hacían falta para que la torre de 200 metros, que será la segunda más alta del país, llegue al recinto.
Luego durante la madrugada surgió otro inconveniente: la iniciativa debía pasar también, según lo que indicaba su rotulación en Mesa de Entradas, por la Comisión de Presupuesto. Pero allí el oficialismo no tenía los votos para aprobarla. Entonces, tras algunas horas de discusión, se resolvió ingresarlo directamente sobre tablas y asumir que había existido “un error administrativo”. En el recinto, el proyecto tuvo algunas abstenciones y el voto negativo de los cinco ediles de Ciudad Futura, acompañados por la peronista Norma López. Por su parte Lisandro Cavatorta, también del peronismo, votó a favor.
A cambio del permiso para la torre, que estará ubicada detrás del Forum en la Ex Unidad 1, los desarrolladores harán mejoras de obra pública con una retribución de 6 millones de dólares a precio oficial. Entre los desarrolladores, están el grupo San Cor Seguros, la firma Obring y otros nombres propios que trajeron algo de polémica en el debate en Comisión.
Comentarios