El triple crimen ocurrido en la madrugada de este sábado en la vecina localidad de Ibarlucea sumó una nueva arista investigativa. Luego que se confirmara la muerte de Maximiliano Giménez de 33 años y Elena Giménez de 1 año, y se diera con el presunto cadáver calcinado de Vanesa Romero, de 37 años, las autoridades comenzaron a desentrañar lo que parecería haber sido un “casamiento narco”.
La celebración a la que había asistido la familia estaría fuertemente vinculada a los grupos narcodelictivos de la zona sur de Rosario. Inclusive, fuentes confiables dijeron a RedBoing que la novia tenía prisión domiciliaria, en el marco de una causa federal que se sospecha tendría que ver con la comercialización de estupefacientes.
Por su parte, el novio también habría estado involucrado en el proceso al que fue sometida su esposa. Para la Justicia Federal de Rosario el hombre debería estar cumpliendo la prisión preventiva por ser integrante de una banda dedicada al tráfico de drogas. Sin embargo, en abril de 2021 la Cámara Federal de Casación Penal aceptó el pedido de la defensa y le otorgó la libertad.
Los investigadores analizan a los asistentes al casamiento y el poder económico que parecerían tener. Los festejos se habrían llevado a cabo por un grupo reducido de personas. Además, se supo que antes de dirigirse al salón de fiestas, los novios se habían encontrado en un hotel de Puerto Norte.
Según dieron a conocer, varios de los vehículos que se encontraban en la fiesta eran de alta gama, tal y como el de las víctimas -un Audi TT-, y de quien los llevó tras ser heridos de bala al Hospital Eva Perón de Granadero Baigorria -una camioneta Volkswagen Amarok-.
Se espera que la Justicia Federal de a conocer si la novia estaba autorizada a abandonar el domicilio fijado en la zona sur de Rosario para celebrar su matrimonio. Además, según primeras informaciones, en caso de que lo hubiera hecho no habría estado el control correspondiente por parte del organismo encargado de garantizar el cumplimiento de las penas.
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