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Zac Efron llega este jueves a los cines entre los cuatro estrenos de la semana

Stephen King con una novela de 1980, ya filmada en 1984 y ahora con Zac Efron haciendo de padre. “La Medium”, una tailandesa sobrenatural, “El sistema Keops” un thriller argentino de Nicolás Goldbart y “Un amor cerca del paraíso” una comedia dramática de Finlandia, son los cuatro nuevos films que aterrizan en las pantallas rosarinas. Como siempre una selección de reviews para elegir que ir a ver al cine.

“Llamas de venganza”

El universo literario de Stephen King es uno de los más buscados para adaptaciones a películas y series. En este caso, se trata de una nueva transposición de Firestarter / Ojos de fuego, novela de 1980 que ya había sido filmada en 1984 por Mark L. Lester con una por entonces niña Drew Barrymore como protagonista. Este reboot que lleva el sello de Blumhouse sobre una joven con habilidades de piroquinesis agrega muy poco, aunque al menos tiene al mítico John Carpenter como coautor de la música original. En la primera escena vemos el momento en el que el matrimonio de Andy y Vicky McGee (Zack Efron y Sydney Lemmon) descubre que su beba Charlie es capaz de encender un fuego con su mirada ¿O en verdad ha sido solo una pesadilla paterna? La acción salta una década y Charlie es ahora una chica que sufre de bullying en la escuela, pero trata de contener “la cosa mala” (así la llama), que no es otra cosa que una reacción violenta con efectos incendiarios cuando sufre un ataque de nervios o de ira. Papá Andy, que también tiene habilidades anticipatorias y telekinéticas, trata de explicarle que ella no es “rara” sino “especial” y de enseñarle a controlar el enojo. Pero una niña con semejantes dones, habilidades y capacidades está en la mira de una oscura organización gubernamental y a padre e hija no les quedará más que huir y esconderse.

Ryan Kiera Armstrong, quien con sus escaso 12 años ya es toda una veterana de Hollywood con actuaciones en Mi amigo Enzo, It – Capítulo dos, Black Widow, La guerra del mañana y muchos otros títulos, fue la elegida para interpretar a la joven protagonista, mientras que esta vez sí se escogió a un descendiente de pueblos originarios (al igual que en la novela) como Michael Greyeyes para el papel que en la primera versión encarnó George C. Scott.

Pero, más allá de esos y otros cambios, y del hoy más ambicioso despliegue de efectos visuales (muchos ojos rojos y lanzamiento de llamas), lo de Keith Thomas, director de The Vigil, es “de manual”. No hay en la hora y media de Llamas de venganza una escena que trascienda una absoluta medianía, que sorprenda (las diferencias con, por ejemplo, la Carrie de Brian De Palma son abismales). Quizás por eso en los Estados Unidos se optó por un lanzamiento en simultáneo en salas y en la plataforma de streaming Peacock. Es que el film -tan prolijo como intrascendente- no desentona en el ámbito del consumo hogareño, pero al mismo tiempo no merece una recomendación demasiado entusiasta como para invertir en una visita al cine.

Si Llamas de venganza, que estuvo por ser dirigido primero por el alemán Fatih Akin y luego por Akiva Goldsman, resulta un film del montón (el original tampoco era ninguna maravilla), al menos sirve como una suerte de reivindicación para John Carpenter. En efecto, el maestro estuvo muy cerca de rodar el proyecto de 1984, pero a último momento fue apartado (luego incursionaría en el mundo de Stephen King con Christine). Esta vez, al menos aparece como coautor de la banda de sonido junto a su hijo Cody. No es lo mismo que tenerlo detrás de cámara al mando del rodaje, pero sus aportes musicales se agradecen. En los cinco complejos de cine estará disponible.

“El sistema Keops”

Nicolás Goldbart reapareció como director -con paso por el Bafici- con la extrema y entretenida “El Sistema KEOPS”, en Competencia Internacional, que amalgama géneros, personajes y guiños cinéfilos, acompañados por una muy buena banda sonora, en una cinta que puede escapar al nicho gracias a su plasticidad y apertura tanto visual como narrativa.

“Yo vivo en un cuarto piso, con una vista que es muy parecida a la ‘Ventana Indiscreta’ (Alfred Hitchcock). Empezó todo con la idea de ser como esa peli, pero invertida, o sea, que el que está en la ventana sea el observado. Hay una película de (John) Carpenter que tiene esa premisa y esa idea disparó para el lado de la aventura; el germen, quizá, fue estar sentado muchas horas frente a la ventana”, dijo a Télam Goldbart, que volvió a la dirección tras su debut en 2010 con la festejada “Fase 7”.

Fernando (Daniel Hender) es un guionista que vive en calzoncillos, tiene poco diálogo con su esposa y su hija adolescente prácticamente lo detesta. Su vida es estar delante de la computadora navegando por internet, leyendo guiones o haciéndole bromas por redes sociales a sus amigos. En uno de eso tediosos momentos, ingresa a la página equivocada y, a partir de ahí, comenzará a ser observado, perseguido y grabado por esta logia llamaba “KEOPS”. En un intento por salirse, lo llama a Sergio (Alan Sabbagh), quien no quiere hablar ni pensar, solamente encontrar a los culpables y “cagarlos bien a trompadas”.

“Estaba muy pensado hacer un Bud Spencer y Terence Hill, pero con mala onda (risas). como si fuera a reciclar cosas de chico en la oscuridad del mundo adulto. La hoja de ruta era meter a dos personajes que podrían haber nacido en películas de cuando yo era chico, pero que las armas son las mismas: resolver todo a las piñas. Ahí está el elemento de la comedia y humor negro, algo que me sale muy natural”, explicó el realizador.

Para ello echó mano a dos de los mejores comediantes que tiene el cine nacional, como son Hendler y Sabbagh, en una película que se desarrolla en menos de 24 horas, con la premisa de “una persona común, en situaciones extraordinarias”, que hará que cada decisión que tomen sea un paso más hacia el abismo controlado por dos adolescentes tan nerds como macabros.

A lo largo de las casi dos horas de película, Goldbart distribuye guiños a “La conversación” (Francis Ford Coppola), “El club de la pelea” (David Fincher), la mencionada “Ventana indiscreta” y el spaghetti western, además de la historieta “Astérix y Obélix”, pieza fundamental en la formación del director. “La amistad -señaló sobre un punto clave de la trama- es algo muy elástico y algunas resisten muchas miserias y épocas de broncas. En el caso de estos personajes, es una amistad de la infancia, que pasó muchas cosas, y con un vínculo que no se puede romper”. En Cinépolis, Hoyts, Showcase.

 

“La médium”

‘The Medium’ comienza con un equipo de documentales que sigue a Nim, un chamán afincado en un pueblo rural en el norte profundo de Tailandia, que parece una mujer de mediana edad normal. La hechicera logró el papel de intermediaria entre dios y el mundo secular de su abuela materna y su tía. Un día, durante un funeral del esposo de su hermana, Nim ve a su sobrina, Mink mostrando extraños síntomas de la nada.

Nim y Noi sospechan que esos son signos de la herencia familiar del chamanismo, como ambos habían experimentado hace años, y Mink está a punto de convertirse en el próximo médium. El equipo del documental está encantado con el momento, ya que pueden captar el momento de la canalización del espíritu y le pregunta a la familia si pueden filmar la vida diaria de Mink y otros miembros de la familia. Noi, que no quiere que su hija se convierta en chamán, hace todo lo posible para sacar a Mink de la herencia espiritual como lo hizo en el pasado, pero Mink se ve más absorbido por el enigmático poder.

El suspenso y la emoción basados ​​en tácticas de conmoción y pavor continúan hasta el final de la película, dejando una serie de preguntas sin resolver, como qué hay detrás del terrible comportamiento de Mink y quién es el responsable. La película emplea una narración similar a un docudrama para mantener la pretensión de realidad desde el principio, con imágenes de la cámara de vigilancia y tomas de mano que amplifican el horror de una manera más intensa.

Además, el paisaje exótico de Tailandia y el clima cálido y húmedo crean una atmósfera nublada y sombría, lo que hace que la conexión espiritual y la mediumnidad parezcan más viscerales e intuitivas. Los actores tailandeses, desconocidos para los espectadores coreanos, y su idioma refuerzan la extrañeza y la imprevisibilidad de la película de terror. Desde un punto de vista más amplio, ‘The Medium’ recuerda a los espectadores ‘The Wailing’ en gran medida, presentando sobrenaturalismo, exorcismo y ocultismo para crear horror visualizado con lluvia, barro y sangre.

Pero la película dirigida por Pisanthanakun cruzó la línea, el productor del último proyecto, había trazado hace cinco años. El director de 41 años, que ganó reconocimiento mundial por su debut como director de terror ‘Shutter’ y ‘Alone’, mezcla incesto y canibalismo en ‘The Medium’, basada en la historia original escrita por Na. Es más violento, sexual y sangriento en comparación con ‘The Wailing’, como dijo Na en una conferencia de prensa que intentó “persuadir a Pisanthanakun de que no fuera demasiado cruel”. Se puede ver en el Showcase, Hoyts, Cinépolis y Monumental.

 

“Un amor cerca del paraíso”

Podrán cambiar los modelos de consumo, pero el cine conserva intacta su capacidad de imaginar mundos imperados por la solidaridad, la ausencia de cinismo y la camaradería. Es el caso de Un amor cerca del paraíso, un relato tan noble como previsible en cuyo núcleo asoman temas como la amistad, el amor y la familia.

Todo arranca con Cheng (Chu Pak Hong) y su hijo Niu Niu (Luca Suan) llegando desde Shanghái a un pequeño pueblo en la zona rural de Finlandia en busca de una persona de la que solo tienen el apellido. Con un inglés algo rústico y cargado de valijas, padre e hijo paran en un pequeño restaurante regentado por Sirkka (Anna-Maija Tuokko), quien, al igual que los parroquianos que pasan largas horas allí, no tiene la más mínima idea de quién es la persona que buscan.

Sin lugar a donde ir, y con un doloroso pasado que obviamente se irá revelando a medida que avance el metraje, Cheng y su hijo aceptan la oferta de Sirkka y se instalan en un cuarto del lugar. Para suerte de ella, Cheng resulta ser un reputado chef de Shanghái, por lo que apenas llegue un numeroso contingente de turistas chinos pondrá las manos en las ollas y sartenes para cocinar un menú acorde al paladar oriental. Tan bien cocina, que el restaurante cambia la carta para empezar a ofrecer únicamente las delicias del chino.
La película del finlandés Mika Kaurismäki (hermano menor del mucho más autoral Aki) pendula entre la faceta romántica, el registro de la adaptación de los extranjeros a la comunidad local (y la de esa comunidad local a ellos) y hasta una historia sobre los vínculos entre padres e hijos, todo narrado con fluidez y un tono amable por el cual uno sabe, aunque por momentos parezca lo contrario, que todo va a salir bien. El resultado es un crowd-pleaser con un optimismo a fuerza de todo, inclusive a los férreos límites de la ley.

En los Cines del Centro.

Fuente: Diego Batlle, Otros Cines, Télam, Ezpoiler, Ezequiel Boetti.

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