
El Conicet junto con la Universidad de San Martín están desarrollando una vacuna que será utilizada como un “booster”, es decir un refuerzo de otras y los ensayos con voluntarios de fase 1 pueden comenzar en los principios del 2022. El presidente de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, Fernando Peirano, aseguró que está avanzando rápido.
Según Peirano, la expectativa es que a principios del año que viene comiencen los trabajos en voluntarios para probar la seguridad y eficacia de la vacuna “Arvac Cecilia Grierson”. El desarrollo es el primer proyecto seleccionado por la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación en el marco de la Unidad Coronavirus que integra junto con el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación y el Conicet.
La Agencia I+D+i aprobó un apoyo de 60 millones de pesos para concluir la etapa preclínica de la realización de los ensayos de seguridad y capacidad inmune correspondientes para avanzar a las etapas donde se evalúa la seguridad y eficacia de las vacunas. “Está pensada para ser un booster, es decir un refuerzo”, explicó Peirano y estimó que se podría utilizar para ampliar el calendario de la vacunación.
Además, destacó la importancia de que esa vacuna regular sea diseñada y producida en el país y también en América Latina y en diferentes países del mundo. El grupo de investigadores obtuvo dos prototipos de vacuna que en estudios en modelos con animales demostraron la capacidad para impulsar buenos niveles de anticuerpos neutralizantes del virus y una respuesta inmune celular T, en línea con los requerimientos actuales para vacunas que previenen el Covid-19.
El funcionario remarcó que la vacuna “Arvac Cecilia Grierson” no es el único proyecto actual, sino que “hay otros en marcha que vienen atrás y los estamos terminando de evaluar para darle un apoyo fuerte, el apoyo de los recursos necesarios para atravesar la fase preclínica”.
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