Los ocho acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa quedaron aún más complicados luego que en la séptima jornada de audiencias se expusieran una serie de chats de su grupo de WhatsApp y otros diálogos. Con todos ellos en la sala, se mostraron en una pantalla los mensajes enviados y recibidos, donde se dejó en claro su participación en el hecho.
Hacia las 3:30 de la madrugada algunos integrantes del grupo ingresaban al boliche Le Brique, mientras preguntaban al resto dónde estaban. Media hora más tarde, Benicelli avisa que estaba yendo, ya que no entraron todos juntos ni se encontraron en el mismo lugar dentro del local.
Pasadas las 4:10 de la madrugada, Ciro Pertossi dice en el grupo que “le pegaron a uno”. Y a quince minutos para las 5 de la madrugada mandó un audio donde les avisa que está yendo a la casa y les pide al resto que vayan hasta ahí. Lucas Pertossi respondió luego: “Están todos a los gritos. Llamaron a la ambulancia. Caducó”.
Blas Cinalli se hizo eco de eso en otro grupo y apuntó: “Nos cagamos a piñas en el boliche. Nos sacaron a todos. Esperamos a que se vaya la Policía y ahí los recagamos a piñas”, añadió. Y concluyó: “Dos convulsionaron, uno lo mandamos al hospital sin signos vitales. Ahora estamos yendo al Mc Donald’s a ver qué pasa. Amigo, flasheamos, matamos a uno. Yo solo quiero fumar flores”.
Luego, a las 6 de la mañana, Ciro Pertossi escribió: “Esto no se cuenta nada a nadie”.
Juan Guarino, uno de los rugbiers que luego fue absuelto, habló con su novia minutos después del ataque. A las 6:21 de la madrugada le envió: “Recién llego. Te amo hermosa”.
Pasadas las 13:30 la chica contestó preguntando si habían sido ellos los que se pelearon y le manda una nota de los medios. Sin embargo, el joven no responde más. Esa mañana Guarino también fue a comer a la casa de comidas rápidas y mandó foto en el lugar.
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