Aníbal Lotocki quedó en el ojo de la tormenta una vez más, luego de los fallecimientos de Mariano Caprarola y Silvina Luna en el último mes. La modelo y ex participante de Gran Hermano perdió la vida la semana pasada, y en la jornada de hoy se indicó que se le realice la autopsia correspondiente a su cuerpo. De ese modo, se podrá conocer con exactitud cuáles fueron los elementos que le introdujo el médico condenado en la intervención que le practicó en 2012.
Gabriela Trenchi, una de las primeras víctimas de Lotocki, tuvo secuelas inmediatas. “Me podría haber matado por la anestesia. Me colocó un veneno que todavía no sabemos qué es. Con el cuerpo de Silvina Luna vamos a saber qué material uso y no vamos a tener que seguir haciéndonos agujeros. Vamos a saber qué veneno tenemos en el cuerpo”, expresó en diálogo con Nacho Russo y Nanci Duggan.
Trenchi contó que se intervino en agosto de 2015, y que la sintomatología fue “automática”. “A las dos horas ya estaba descompensada. Su enfermero me dio el alta y me llevaron unos amigos a la casa de Claudia Ciardone. Me bajaron sentada, que no deberían haberlo hecho de esa manera porque supuestamente me habían puesto hilos tensores, pero dormida me puso lo que quiso. Me acostaron en una cama y lamentablemente, esa cama estaba llena de sangre. Me desperté y me desmayé”, reveló.
Siempre según el relato de la empresaria textil, colaboradores de Lotocki decidieron darle el alta “porque estaban llenos de gente para operar”. Sin embargo, “el lugar no estaba habilitado”. “Les importaba tres carajos tu vida”, remarcó en Todo Pasa de Radio Boing.
“Después de la cirugía estuve 10 días descompensada, con dolores en las piernas. Sentía que me clavaban puñales. Ciardone me llevó a un sanatorio donde me internaron. Después me pasaron a Los Arcos, donde él apareció a la noche como una laucha y solo miró la historia clínica”, indicó. Asimismo, Trenchi denunció el apoyo político y judicial hacia Lotocki: “Berni avisaba sobre los allanamientos antes de que ocurrieran. A él le adelantaban todo. Tengo problemas en los huesos, me puedo quebrar sentada como una persona de 90 años”.
“Lotocki me genera mucha repulsión. Silvina era una persona con mucha luz, que tenía ganas de vivir. Es tremendo que se haya muerto. Estoy con pastillas y ataques de pánico. Esto fue algo inesperado, si bien sabía que no estaba bien. Tan joven, no tiene perdón de Dios. Está muy amparado por alguien. Está como si nada, mientras Silvina está en la morgue”, concluyó.
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