
Las autoridades tomaron medidas rápidas ante el cordobés que llegó desde Perú con la cepa Delta y contagió a 12 familiares. Con el objetivo de no diseminar la nueva variante del virus, 160 personas fueron apartadas consideradas como “contactos estrechos” de estos.
Laura López, jefa de Epidemiología del Ministerio de Salud provincial, afirmó que la persona que comenzó el brote “llegó el 19 de julio a la Argentina, ingresó por el aeropuerto de Ezeiza con PCR negativo y un sobrino lo llevó hasta su domicilio”. Y agregó: “Según su relato, al día siguiente fue a la casa de un familiar que vive en otro barrio y mantuvo contacto con varias personas”.

Las autoridades sanitarias agregaron que fue el mismo paciente quien confesó esto cuando se le informó que el hisopado realizado a los 7 días de su llegada era positivo. López contó al medio televisivo El Doce, que al tomar conocimiento de que el hombre había roto el aislamiento se inició la búsqueda de quienes estuvieron con él durante la última semana.
“De todas formas, desde el miércoles empezamos a aislar a los grupos de trabajo”, dijo la médica, que confirmó que ya eran 160 las personas se encontraban en esa situación. La funcionaria añadió que “ninguno de los otros contagiados requirió algún tipo de asistencia en hospitales”, y que la mayoría de ellos “son asintomáticos y algunos tienen síntomas leves”, pero “no hay ninguno grave, por el momento”.
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