El coordinador de los enfermeros que atendieron a Diego Armando Maradona durante los días previos a su muerte complicó la situación de Agustina Cosachov y Nancy Forlini. Según Mariano Ariel Perroni, la psiquiatra y la médica nunca advirtieron la situación cardiológica del paciente.
“La premisa era no molestar ni invadir”, sostuvo el coordinador de la empresa “Medidom”, subcontratada por la mutual del Diez, Swiss Medical. La prepaga le brindaba al astro del fútbol los elementos necesarios para la internación domiciliaria montada en la casa del country San Andrés de Tigre.
Frente a los tres fiscales que llevan adelante la investigación, Patricio Ferrari, Cosme Iribarren y Laura Capra, Perroni se desligó de la atención de Maradona, al explicar que nunca había tenido contacto con el paciente y que su función como coordinador era más bien administrativa.
“Desde el primer instante, mi función no fue la de tomar acciones médicas, sino de control de ingreso y egreso del personal”, expresó en la indagatoria.
“Recién supe después de la muerte que Maradona sufría de una cardiopatía”, dijo y cuando le preguntaron por la taquicardia que el exfutbolista evidenciaba, afirmó: “Lo veía en el grupo de WhatsApp, donde estaban los médicos que eran quienes debían tomar acciones. Yo veía que Forlini recibía la notificación de los valores cardíacos y que respondía con un ‘ok’ o ‘gracias’”.
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