Vélez atraviesa un momento delicado a nivel institucional que proviene de su mal andar futbolístico, donde el equipo pelea por escapar de la zona baja del torneo y donde el descenso acecha. Ayer tras la derrota del equipo con Huracán, los jugadores del Fortín fueron agredidos y amenazados por sus propios barras a la salida de la Villa Olímpica.
Uno de los más perjudicados del repudiable acontecimiento de ayer a la noche, es la joya del club, Gianluca Prestianni, de 17 años que automáticamente pidió salir del equipo. Tras el episodio vivido donde los golpearon y amenazaron, el joven jugador paso la noche asustado y en llanto, temiendo ir a entrenar por eso el pedido de ser transferido a la dirigencia.
Esta mañana dialogó con un programa de ESPN a través de videollamada, sumado a su tweet de anoche y el pedido de transferencia, los barras no tardaron en aparecer. Después de todo esto, el futbolista y su familia fueron amenazados de muerte mediante una llamada telefónica, donde les advertían no salir de su casa. Tras la tensa situación, en horas de la tarde el Presidente del club, Sergio Rapisarda renunció a tres meses de las elecciones, la información todavía no salió de manera oficial pero saldrá en las próximas horas.
En forma de repudio ante los hechos ocurridos, El Fortín emitió un comunicado oficial: “El Club Atlético Vélez Sarsfield lamenta y repudia enérgicamente la situación intimidatoria que han vivido anoche algunos futbolistas de nuestro primer equipo, en las inmediaciones de la Villa Olímpica. En Vélez Sarsfield, promovemos los valores del deporte, la integridad y el respeto a las personas bajo toda circunstancia. Todo acto de violencia debe ser condenado”.
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