Los datos oficiales reflejaron esta tendencia, con exportaciones de harina de soja que entre enero y febrero acumularon 5 millones de toneladas. La cifra representó una mejora interanual del 41%, aunque se mantienen un 9% por debajo de los 7,7 millones promedio de los últimos cinco años para ese lapso.
La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) cotejó esta información con las estadísticas que llegan desde el exterior. En este punto, Oil World calculó que, durante el primer trimestre, las exportaciones mundiales de harina de soja aumentaron un 19%, llegando a un volumen récord de 17,2 millones de toneladas.
Este desempeño en las ventas se apoya en la mejora de la molienda, que de acuerdo a la Secretaría de Bioeconomía completó 6,6 millones de toneladas en el primer trimestre de 2024.
A partir de este impulso en las ventas externas, Argentina busca recuperar su liderazgo mundial en las exportaciones. La BCR recordó que en la campaña 2022/23, nuestro país fue desplazado del primer escalón del podio por Brasil, tras 25 años ininterrumpidos de supremacía. De mantenerse este ritmo de despachos, la industria local recuperaría ese lugar.
En tanto, las compras internas de soja de la campaña 2022/23 totalizaron 3,1 millones de toneladas en el último trimestre de la campaña.
La contracara de este incremento en el crushing y las exportaciones fue la baja en la cotización de este subproducto, que desde abril de 2023 tuvo un retroceso del 25%.
“Queda por ver si este retroceso de precios resulta suficiente para reactivar la demanda mundial vía importaciones, dadas las abundantes perspectivas de oferta, o si las cotizaciones continuarán por sendero descendiente”, concluyeron desde la BCR.
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