La escasez de departamentos en alquiler y el aumento de las propiedades en venta han hecho crecer los valores de lo pedido por dueños a inquilinos en los últimos meses. Un informe de Reporte Inmobiliario reveló que en el interior los precios aumentaron un 71% interanual, un 9% más que en el Gran Buenos Aires (fue 62% promedio) y un 18% (53% promedio) más que en Buenos Aires.
Esa situación impactó de manera importante en los estudiantes que llegan a la ciudad para estudiar en la Universidad Nacional de Rosario. Por ese motivo, la UNR adquirió una residencia por calle Santa Fe al 1400 con capacidad para 150 estudiantes y tuvo 500 inscriptos.
Según expertos, la nueva Ley de Alquileres ha generado que haya gente anotada a la espera de una unidad y ni bien sale un departamento al mercado, en el término de 24 y 48 horas está alquilado.
Emanuel Canelli, de la Asociación Inquilinos Rosario, destacó en diálogo con Nacho Russo que es una tendencia que se viene detectando, y añadió: “Hay una realidad, en Rosario hay mucha inversión de sectores agrícolas ganaderos que compran unidades y luego a través de esas inversiones empiezan una especulación inmobiliaria”.
“Hoy hay una crisis habitacional”, remarcó e hizo referencia a la residencia inaugurada por la Universidad, donde destacó que “los alumnos no consiguen” dónde alquilar. “El Estado debe repensar el acceso a la vivienda”, reclamó en Todo Pasa.
Por otro lado, aclaró que el proyecto de la nueva Ley de Alquileres “no es lo que pedíamos”, sino que se dio a partir de una serie de negociaciones entre los distintos espacios. “Siempre, desde el momento en el que se sancionó, se supo que era un puntapié inicial. No lo final. Vino a dar derechos y hay que continuar. La misma ley no se terminó de implementar aún”, apuntó.
“El último número que se publicó del Centro de Estadísticas Scalabrini Ortíz marcaba que había al menos 60 mil unidades vacías. Hay mucho lavado de dinero. Uno puede hacer un trabajo de peatón caminando por las calles y viendo edificios de torres apagadas”, explicó el representante de inquilinos.
Asimismo, concluyó: “Hay que hacer la división entre propietarios. Hay jubilados que lo tienen como ingresos. En Uruguay hay un impuesto a la vivienda ociosa, donde se mejoró la oferta. Si hay mayor oferta se satisface la demanda y baja el precio”.
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